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Un niño de 9 años escapó de su casa luego que su padre lo golpeara con una madera con clavos. Intervino la Justicia y por el momento el menor quedó a resguardo de una familia.
La historia trascendió el viernes por la tarde, cuando efectivos de la Unidad Regional VI tomaron conocimiento del hecho luego que una familia supiera que había un menor que se disponía a dormir arriba de un árbol porque no quería volver a su casa.
En base a las averiguaciones pudieron establecer que el niño caminó varios kilómetros hasta un barrio en cercanías del Club Alemán. Otro chico lo vio y se puso a hablar con él. El pequeño le comentó que tenía mucha hambre, hacía dos días que no comía y que se iba a ir a dormir al monte arriba de un árbol.
No quería volver a su casa porque su papá le pegaba mucho e inclusive lo azotaba con una madera con clavos cuando él le reclamaba que dejara de beber.
El chico que escuchó el relato fue hasta su casa y entre lágrimas le pidió a su papá si le podía dar algo de comer para ese chico. Tras escuchar lo que le contó su hijo, el adulto le pidió que lo llevara con él. Cuando llegaron, por fortuna el niño ya había sido contenido por una señora. Lo había recibido en su casa y le dio de comer.
Posteriormente se supo que el niño era huérfano de madre y tanto él como sus hermanos vivían con el progenitor. Además, en su oportunidad, al parecer la maestra del niño había radicado una denuncia por la situación de violencia que había en la casa. Sacar al chico de la escuela, fue la respuesta de parte de su padre.
Por la gravedad del caso intervino inclusive el jefe de la Unidad Regional para hallar una solución al caso. Rápidamente intervino el Juzgado de Familia y se ordenó que en principio el pequeño permaneciera al cuidado de quien lo recibió. En tanto, se estima que el lunes la tenencia del menor y de sus demás hermanos quede a cargo de un tío.
Por otra parte, se investigará al padre para establecer las responsabilidades que le atribuye su hijo acerca de episodios de violencia familiar.