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Uno de cada cien recién nacidos tiene una cardiopatía congénita, según la estadística mundial disponible. Y en Misiones, por la cantidad de diagnósticos, se estima que son detectados el 90% de los chicos cardiópatas. Es una de las tres provincias con mayor índice de detección del país.
Pero cuanto más temprano sea el diagnóstico, más chances tiene el niño de sobrevivir y de hacerlo con calidad de vida. Desde 2012, por ley, en Misiones se incorporó el ecocardiograma fetal en los controles de rutina del embarazo y se capacitó a los ecografistas. Y eso hizo la diferencia para muchos niños, que por ese entonces estaban en las panzas de sus madres, y que ahora pueden disfrutar de la vida. Hoy contamos las historias de Nachito, Abigail y Brunella.
Diagnóstico fetal
“El diagnóstico intrauterino es clave porque permite que todos los chicos tengan las mismas posibilidades de ser tratados sin demora, porque cuando nace un bebé en Misiones sin diagnóstico, ese nene va a su casa y recién cuando comienza con problemas respiratorios y cardíacos será llevado a un médico… y si es diagnosticado y es grave, deberá pasar todo el proceso de la derivación a un centro de mayor complejidad”, indicó Lisandro Benmaor, el cardiólogo infantil que fue referente en la provincia del Plan Nacional de Cardiopatías Congénitas desde 2009 y hasta 2015, cuando asumió como funcionario del Ejecutivo.
De hecho, Benmaor fue el médico de Nachito, Abigail y Brunella… y todavía hoy se reserva un día a la semana para atender a sus “viejos” pacientes. “Muchos de los chicos con cardiopatías graves no sobrevivían hace 15 años. Pero hoy no solo sobreviven, tienen una gran calidad de vida”, destacó Benmaor a PRIMERA EDICIÓN.
“Alteramos su historia natural”
“A las 20 semanas de edad gestacional le detecté una obstrucción en la arteria pulmonar (estenosis) muy severa y lo derivé al Hospital Italiano donde le hicieron una intervención intrauterina que fue todo un éxito. Lo ví a Nacho hace pocos días y me emocioné porque tiene casi un corazón sano. Como sucede con muchas cardiopatías, la intervención precoz permitió modificar su historia natural”, contó.
Cambiar una vida
“En el caso de Nachito, lo detectamos tan temprano que modificamos la historia natural de esta patología… y lo lindo es que lo hicimos en Misiones. Me siento orgulloso de este caso”, admitió el médico.
Los por qué de la mayor incidencia
Misiones es una de las tres provincias con más chicos cardiópatas diagnosticados. Al consultar los motivos de ello, Benmaor indicó que “uno puede elucubrar ciertas hipótesis, de que se diagnostica más porque se trabaja mucho y mejor; por otro lado también hay factores ambientales que juegan un papel fundamental: llámese agrotóxicos, pesticidas… esta es una hipótesis muy fuerte pero no hay muchos científicos que puedan avalarlo con certeza científica”.
Antes de 2009, cuando no existía en Plan Nacional de Cardiopatía Congénita, los chicos se morían mientras esperaban el turno para la derivación o la cirugía. “Tres años era la demora en la lista de espera y hoy no es más de unos pocos días”, destacó el especialista.
Desde 2009 a hoy, “Argentina aumentó 74% los diagnósticos, bajó la edad de diagnóstico y esto es sinónimo de sobrevida. Se hicieron más de 15.738 cirugías cardiovasculares y hay casi 40.000 pacientes”.
Una cirugía sin salir del útero
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La vocecita de Nachito, que en julio cumplió 5 años, se escucha desde el teléfono de su mamá, Tamara Aguirre. El matrimonio, que tiene otro nene de 6 años, es de Misiones pero vive actualmente en Corrientes.
“En Corrientes, recién ahora se hacen el ecocardiograma fetal en el control de la embarazada. Cuando estaba embarazada, me lo hice en Misiones y ese estudio permitió el diagnóstico de la cardiopatía a mi hijo”, destacó.
Estaba embarazada de 20 semanas cuando supo que su bebé en gestación tenía estenosis pulmonar (la arteria pulmonar tapada, por lo que de no haberse detectado, Nachito hubiera nacido con el ventrículo derecho ya colapsado) y dos semanas después lo operaron sin sacarlo del útero en el Hospital Italiano. La cirugía fue un éxito y se hizo una segunda un día después de su nacimiento.
“Desde entonces, sólo tiene controles anuales, no recibe ningún tratamiento. Tiene una vida normal, pero sabemos que existe la posibilidad de un cambio vascular cuando sea más grande pero ahora está perfecto”, contó su mamá.