Las claves de Enoch deben experimentarse simultáneamente en los 7 niveles de la forma y la forma Divina desde los aspectos: subatómicos, molecular, genético, matemático, musical, parafísico y el superlumínico de la naturaleza reveladora de la Shekinah o aspecto femenino de la presencia Divina.
Dicha femenina Deidad existente en todas las dimensiones es el poder a través del cual somos reubicados en el espacio para participar del nacimiento virginal de nuestro embriónico divino. Esta es la Era del Espíritu Santo donde la Novia y el Creador se convierten en Uno creando un nuevo pueblo de poderes trinizados portador de una simiente Cristificada Superior.
Según Enoch, la triple entrega del código estelar del plan del Padre para la evolución en la Tierra, consistió en la venida de Moisés a realizar el anteproyecto del Reino de Dios en la Tierra, cuyo nombre era Torah Or.
Elías muestra la unidad con el vehículo de Luz que vincula nuestro Universo físico con otros Universos; y Jesús, que no trabajó solo sino dentro de una hermandad de Luz, muestra como el cuerpo de carne puede ser transfigurado para que el ser humano y el cuerpo sobreser se unan como el cuerpo Crístico de la vida eterna.
Explicación
Dentro de Las Claves están las formas-pensamientos que abren las cerraduras mentales y estas ideas cobran valor cuando son experimentadas simultáneamente en el cuerpo físico a través de los sentidos, y con la imaginación y las percepciones el no-físico, cuántico o espiritual que es vibración expresada como música-sonido-geometría-matemática; la energía electromagnética o luz es el superlumínico o aspecto femenino de la Presencia de Dios o La Espíritu Santo, como la llamaban los gnósticos, pues es la que “da a luz” a los pensamientos virginales en nosotros.
En ésta Su Era, se produce el casamiento de La Espíritu Santo y el Padre y el producto de esta Unión somos nosotros, el nuevo pueblo portador de la simiente Cristificada Superior.
El plan del Padre en su triple entrega con Moisés, Elías y Jesús con los esenios, finaliza ahora con el nacimiento de la nueva raza Crística.