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A primera hora de la tarde del 18 de noviembre de 2015, una joven de 20 años dio a luz a una beba y la abandonó en la basura, a unos cien metros de su domicilio, para luego dirigirse a trabajar.
El hecho se registró en la esquina de las avenidas Santa Cruz y Las Heras de la capital provincial.
Según relataron en su momento fuentes policiales y vecinos del lugar, la dramática historia comenzó horas antes, alrededor de las 9, horario en el que se calcula nació la criatura.
Una mujer que alquilaba a la joven una pieza a metros de la mencionada esquina escuchó ruidos como de llantos, aunque al preguntarle a la chica qué sucedía, ésta no le dijo nada. Acto seguido la joven se fue a trabajar, en una de las “Placitas” de Posadas.
A partir de ese momento, transcurrieron seis horas, hasta que una hermana de la joven sospechó algo
extraño, porque el abdomen de la misma ya no mostraba signos de embarazo. Fue entonces que, presionada por las preguntas insistentes de su familiar, finalmente habría dicho donde dejó a la recién nacida.
Casi al mismo tiempo y seguramente advertidos por la situación por parte de la hermana de la chica involucrada, los vecinos se enteraron de lo sucedido y comenzaron a buscar en forma desesperada a la beba.
“Pensamos que estaba en un arroyo, pero finalmente escuchamos sus llantos y la ubicamos en el canasto
de basura ubicado en la esquina de Las Heras y Santa Cruz. Estaba envuelta en bolsitas, tenía todavía elcordón umbilical”, dijo Matías, un vecino del lugar y que colaboró en la búsqueda.
Una vez que hallaron a la menor, alguien se comunicó al 911 y personal policial acudió de inmediato al lugar.
Tuvieron que reanimarla
Una ambulancia perteneciente a la Red de Traslados de la provincia, con el chofer Juan Carlos Ferreira y la enfermera Miriam Papaluca a bordo fue una de las primeras en llegar a la escena. La beba ya había sido sacada del cesto de basura por los vecinos y trasladada a unos cien metros de allí.
Primero le cortaron el cordón umbilical y le tuvieron que realizar maniobras de reanimación porque emitía quejidos, como si tuviera problemas respiratorios, contaron los vecinos que observaron el proceder de los paramédicos.
Una vez estabilizada la trasladaron hasta el hospital de Pediatría, donde se estableció que por fortuna estaba fuera de peligro, estable, con un peso de 2 kilogramos y medio, considerado normal con respecto a las 36 semanas de gestación que tenía.
La madre de la chiquita también quedó hospitalizada bajo custodia policial, imputada preventivamente por “abandono de persona”.
Fuente: archivo de PRIMERA EDICIÓN