
Dos agricultores que se enfrentaron en un violento duelo el 19 de noviembre de 2015 terminaron muertos a balazos y machetazos, según describió al día siguiente PRIMERA EDICIÓN.
La ferocidad y salvajismo con la que se trenzaron en lucha impresionó a los mismos efectivos policiales que investigaron los motivos de tan sangriento desenlace.
Las víctimas, de 48 y 35 años, al parecer tenían una manifiesta y vieja enemistad, indicaron fuente oficiales en base a dichos de vecinos.
Aquel jueves al mediodía pusieron punto final a estas diferencias y pagaron de la peor forma: con sus vidas.
El primero de ellos falleció producto de múltiples machetazos -recibió más de una decena de cortes profundos-, mientras que el segundo recibió un escopetazo a la altura del estómago y un corte profundo de arma blanca en la cabeza.
Todo sucedió a unos 35 kilómetros del casco urbano de San Vicente, en el paraje Las Tunas.
Cerca del mediodía, el mayor de los hombres habría irrumpido en la chacra del más joven a bordo de su camioneta. El dueño del lugar lo esperaba ya aparentemente con machete en mano. Luego de bajar de su vehículo, el visitante abordó a su vecino con una escopeta en su poder.
Lo que sucedió debe ser una demencial secuencia de agresiones mutuas. Se presume que el primero le disparó a quemarropa a su contrincante y que éste, pese a tener una herida mortal, con sus últimas fuerzas lo macheteó en más de diez ocasiones.
Las hipótesis
Una de las conjeturas en cuanto al móvil que derivó en este sangriento final entre ambos hombres, quienes
se ganaban la vida plantando tabaco mayoritariamente, fue por cuestiones sentimentales, mientras que la otra hipótesis giraba en torno a una disputa por terrenos.