Hablábamos de reinventarse cuando se trata de emprender en tiempos de pandemia y Susana Molina es una creativa que fue transformándose a falta de ferias en la costanera.
Durante estos meses la Magíster en metodología de la investigación en el ámbito de las Artes pláticas y visuales Universidad de granada, dejó un poco de lado los mandalas, atrapasueños, Budas en cerámica, Pesebres, ángeles y trabajos en arpillera para pintar una serie de imágenes para recordar sus raíces.
“Fue durante un viaje que hicimos con amigas a Asunción antes de la cuarentena. Era un viaje que tenía pendiente hacerlo con mi mamá y no pudo ser. Allí me compré un libro de la historia y del rol de la mujer en el Paraguay durante la guerra de la Triple Alianza. Entonces, uniendo un poco mis raíces después, estando acá encerrada pensé así en pintar algo que tenga que ver con lo nuestro”.
La imaginación voló, como cuando a quienes aman el arte sienten que se transportan, “y me puse a pensar en nuestros orígenes, el pueblo guaraní que tengo un poco que ver con eso, todos en realidad tenemos que ver con eso, con una mamá paraguaya y padre argentino, creo que en Misiones somos mayoría”, todo eso inspiró a Susana para retratar a las mujeres desde su esencia.
Pero también surgen los colores, las Cataratas del Iguazú que le recuerdan a su hermano Marcelo, a quien “le encantaban” y su memoria “un poco se juntaron muchas cosas que tienen que ver con la sangre y el origen”, remarca quien fue profesora de dibujo y pintura en el Montoya, de toda la vida de desarrollo profesional.
Trabajó “en acrílico sobre tela y sobre madera con formas figurativas de la naturaleza, comencé pintando mandalas que son geométricas y estas son figurativas, reivindicando también la naturaleza que nos invade, en la cual vivimos y los colores vibrantes que tiene nuestra tierra, eso somos nosotros”.
Esta gran creadora no descansa, seguirá con los Pesebres y ángeles, mientras estas obras las pueden adquirir comunicándose con un mensaje al 3764 570069.