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Entre los 17 misioneros que lograron graduarse durante este año gracias al programa de acompañamiento FinesTEC se encuentra Aldo Mieres (66) quien aprobó su última materia pendiente de la Escuela Agrotécnica de Eldorado.
Al cumplirse 48 años de su último año de secundaria, compartió los recuerdos de una institución provincial que acompañó el desarrollo agropecuario de la región y recibió alumnos de distintas provincias en su modalidad de jornada completa.
“Como soy de Posadas, tenía que trasladarme hasta el internado de Eldorado para asistir a mi educación. Sucedió que por razones económicas y laborales en su momento no pude volver a la Escuela Agrotécnica para terminar con las últimas materias que tenía, porque me quedaron pendientes Ingles Técnico y Legislación Agraria. A la institución la recuerdo como un espacio hermoso y ahora lo es aún más, ya que depende de la UNaM. Era un espacio muy familiar donde se formaron varios profesionales de todo el país”, contó a PRIMERA EDICIÓN Aldo Mieres.
Acerca de la decisión de rendir sus últimas materias casi cinco décadas después, explicó que “era algo pendiente que quería hacer y más a mi edad. Al ser una persona mayor, la pandemia me obligó a quedarme en casa y para ocupar el tiempo libre encontré en los diarios provinciales el anuncio de FinesTEC. Así que me contacté para comentar mi situación, porque hace muchísimo tiempo dejé mis materias y con los años los programas de estudios fueron cambiando”.
“No obstante, desde Educación Técnica me alentaron para finalizar con esta etapa, con una excelente atención desde los profesores. El seguimiento se realizó a través de la Plataforma Guacurarí y rendí vía Zoom, con el acompañamiento de mis amigos y excompañeros de la escuela”.
Raíces en la tierra
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En cuanto a su historia familiar, Aldo Mieres afirmó que “éramos de un hogar bastante humilde, mis padres eran personas trabajadoras y que la lucharon muchísimo. En mi línea familiar, somos descendientes de abuelos agricultores y siempre estuvo la inclinación por la producción agropecuaria. Cuando salí de la escuela tuve que realizar el servicio militar, con lo cual tampoco pude concurrir a finalizar mis estudios. Al regresar de la formación en las fuerzas, a fines del año 75, comencé a ver qué podía hacer y estuve en todo tipo de trabajos. Con el tiempo me casé y vinieron los hijos. En eso, tuve la suerte de que los caminos me llevaron hasta el Ministerio de Asuntos Agrarios, donde estoy hasta la actualidad con más de 45 años de servicio. Actualmente es el Ministerio del Agro y la Producción. Con esto queda claro que de alguna forma, siempre en la vida estuve en contacto directo con los temas agrarios”.
El recuerdo de otra Misiones
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Respecto a la vida en la provincia hace tantas décadas , cuando el progreso comenzaba a darse en varias localidades, Aldo Mieres recordó que “a los 13 años comienzo a viajar hasta el Eldorado, cuando los caminos en Misiones eran casi todos de tierra. En el traslado, teníamos asfalto hasta cerca de San Ignacio y de ahí en más era tierra colorada, en un viaje de entre ocho o nueve horas para llegar a Eldorado. Hubo veces en que nos encontramos con el arroyo Piray crecido y teníamos que esperar a que bajen las aguas para poder cruzar”.
Sobre cómo mantenían el contacto con la familia, indicó que “en el año veníamos hasta nuestros hogares sólo unas tres o cuatro veces, porque ir hasta la escuela no era nada fácil, nada que ver con ahora que en unas pocas horas estás en Posadas. Lo mismo sucedía con la comunicación, porque para hablar por teléfono con mi familia tenía que ir a una cabina para pedir una llamada a través de la operadora telefónica y si las líneas estaban normales nos comunicábamos, si no era imposible”.
El estar tan lejos del hogar “puede ser un poco traumático pero todo el ambiente lo hacía muy llevadero. En la Escuela Agrotécnica de Eldorado teníamos un régimen que era más bien familiar y con una contención para los alumnos. Los directivos eran unas personas tan buenas que siempre nos orientaron en las tareas y la ocupación del tiempo, porque hasta los fines de semanas teníamos actividades”, remarcó Mieres.