
Tal como lo publicó PRIMERA EDICIÓN en su edición de ayer, Bernardo de Irigoyen atraviesa un crítico momento en lo que la distribución de agua potable.
Tal como lo había anticipado a este medio Jorge Fleitas, quien es síndico de la Cooperativa de Provisión de Agua Potable de Bernardo de Irigoyen Limitada (COOPABIL), llegó una de las bombas extractoras a la localidad.
La herramienta era esperada ya que reemplazará a una de las dos bombas que se quemaron del sector de extracción de la represa.
Cabe recordar que el 70% de la población no tiene agua y debe recibirla de los camiones de la comuna, bomberos, Ejército y de la Cooperativa, que recurren a los pozos perforados que todavía tienen agua. El líquido es distribuido, ya sea para el consumo o para las demás necesidades de los hogares.
Fleitas explicó a este Diario que “por suerte llegó la bomba de Buenos Aires anoche (por el viernes) y ante la grave situación que atravesamos, el transporte nos trajo esa misma noche. Hoy (por el sábado) van a trabajar en la instalación para ver si comienza a trabajar en la represa, que sería de gran ayuda en este momento crítico”.
Ante la preocupación que expresaron los vecinos por sus dichos en este Diario sobre que “el agua del lago que tenemos entre Argentina y Dionisio Cerqueira (Brasil) no es apta para el consumo humano ni siquiera potabilizándola en la planta”; Fleitas dijo que “enviamos muestras a Brasil y Posadas para que sean analizadas. Brasil también está utilizando esta agua, que puede ser usada para limpieza. Aún no recibimos los resultados”.