Llegando a fin de año pero sobre todo de este año en particular estamos agotados, en todo sentido. Aunque hemos andado menos porque gran parte del tiempo estuvimos en cuarentena, podría decirse que fue un año de mucha incertidumbre y agotamiento.
Si vamos de descanso nos recuperaremos, pero creo que nos pasa algo diferente este año, como dice esta frase: “hay dos tipos de cansancio uno de extrema necesidad de dormir y el otro es una extrema necesidad de paz”.
Esa paz la conseguimos en el silencio y justamente es eso lo que no se encuentra en esta época donde vivimos llenos de ruido.
La búsqueda de la paz la tienen aquellas personas que han tocado fondo de diferentes maneras, ahí te das cuenta que nada tiene sentido si tu corazón no tiene paz.
Nada llena un corazón atormentado cuando sentimos miedo, angustia, tristeza o tantas emociones que nos inundan. A veces confundidos buscamos afuera, nos rodeamos de gente, de música, de ruidos tratando de tapar aquello que sentimos y por momentos casi lo logramos, pero cuando nos detenemos a descansar no podemos, aparecen en nuestra mente una y otra vez eso que golpea dentro nuestro para ser escuchado, sacado, limpiado.
Todo ser humano por más cuidado que haya estado ha sufrido o lo hará, no sé a qué se debe, si es un aprendizaje como dicen algunos, otros hablan de karma, otros de cruz, lo que sí sé es que lo que nos sucedió nos lastima, nos marca y nos condiciona para amar.
Un corazón endurecido por el dolor se cierra y ahí es cuando empezamos a confrontar con otros, lastimamos porque estamos lastimados, sufrimos cada uno a su manera con lo que nos sucede hasta que nos agotamos y empezamos a buscar paz, esa paz que nos deja tranquilos, llenos, saciados. Yo después de tanto andar la encontré en Dios.
La paz es el elixir del alma, la gran buscada en corazones heridos. Hoy les propongo que mientras leen inhalen, exhalen y liberen la zona del plexo solar sólo para sentir el aire que entra a los pulmones y nos muestra que estamos vivos.
Podemos sentir cómo está hoy nuestro corazón, ¿está duro, enojado, triste, con miedo, o está en paz? Sólo respiramos y sentimos, permitimos que nuestro cuerpo se exprese, hable y lo escuchamos, en este momento sólo buscamos paz.