Momentos de zozobra se vivieron en la tarde del 12 de diciembre de 2000 en uno de los patios del hospital Ramón Madariaga de Posadas, cuando una joven madre intentó ahorcar a su bebé de tan solo seis meses.
La historia previa se nutre de padecimientos sociales como la indigencia, la muerte de un joven muchacho, padre de la criatura y la apremiante circunstancia de la madre que padecía el virus del VIH.
Las identidades de las personas que protagonizaron este drástico episodio se mantienen en reserva para salvaguardar la integridad de la criatura. Sí se puede decir que la joven tenía 23 años y se domiciliaba en Villa Cabello, mientras que el padre del bebé había fallecido el año anterior.
Denuncia vecinal
Algunas semanas antes del hecho, los vecinos de la chacra 148 de Villa Cabello habían denunciado a la joven porque constantemente maltrataba a su bebé y solía ausentarse de su casa abandonando a la criatura, a veces, hasta por dos días.
Durante esas largas horas eran los mismos vecinos quienes acudían a calmar el llanto de Nahuel, quien presentaba signos de brutales castigos físicos y avanzada deshidratación. Cuando la mujer regresaba y encontraba a los solidarios vecinos asistiendo a su hijo, los echaba a todos.
Con todo esto, una jueza de familia tomó el caso y dispuso la protección de persona y guarda preventiva del pequeño en el hospital central de Posadas.
El día del hecho, en horas de la siesta y tras varias jornadas sin ver a su hijo, la joven llegó ofuscada al centro asistencial y se dirigió a la habitación de la criatura. Cuando nadie la vio tomó a su pequeño y salió corriendo.
Personal del centro de salud advirtió que la mujer escapaba con Nahuel hacia uno de los patios internos del nosocomio y trataron de alcanzarla.
Alrededor de las 15.30, la mujer abrazó el cuello de su hijo y comenzó a asfixiarlo. Enfermeros y médicos del hospital trataron de evitarlo, pero cuando intentaban acercarse, la joven presionaba más fuerte.
A todo esto llegó la policía, efectivos de la Seccional Cuarta y del Comando Radioeléctrico comenzaron a lidiar con la madre, que demostraba no estar dispuesta a entregar a su bebé y en todo caso sí a quitarle la vida.
Con el correr de los minutos decenas de curiosos que en ese momento estaban en el hospital llegaron hasta el patio y además de mirar trataban de hacer desistir a la joven, hasta que efectivos policiales lograron acercarse a la madre y reducirla en un rápido movimiento, para con ello salvar la vida de Nahuel.