Con la llegada del verano y la necesidad de utilizar las piletas, las madres deben poner manos a las cabezas de sus niños, debido a la proliferación de piojos.
Es que la pediculosis es un tipo de afección altamente estacional y el porcentaje de afectados va en aumento en el verano.
Desde el punto de vista médico sanitario, cobran importancia debido a la parasitación que provocan y su capacidad para transmitir enfermedades.
El piojo que habita en las cabezas mide de uno a tres milímetros de longitud y prefiere la región occipital. La vida del insecto es de seis a ocho semanas y las hembras son más numerosas y gruesas que los machos; son ovíparos –llegan a poner unos 5.000 huevos por semana– con una envoltura especial conocida como liendre que se adhiere firmemente al tallo piloso.
El contagio es directo y por el uso de elementos contaminados como peines, gorros, toallas y almohadones.
El primer síntoma de la afección es la picazón intensa y constante en la cabeza y el cuello. Es habitual que la persona infestada lastime su piel llegando a provocar severas lesiones que infectan con gérmenes y que suelen requerir tratamientos con antibióticos.
La pediculosis se debe a la irritación provocada por la gota de saliva que el insecto deposita en la microherida de la picadura, originando una irritación que deriva en una dermatitis, que a veces puede producir una infección bacteriana secundaria en las lastimaduras que provoca el rascado constante.
En la cabeza, los piojos producen lesiones en el cuero cabelludo, cuello y a veces la cara. Éstas se infectan rápidamente por el rascado y aparentemente por un cuadro de piodermitis que predomina en la región occipital. Si no se combaten, las picaduras pueden derivar en una infección que puede traer graves consecuencias como fiebre, anorexia y pérdida de peso.
Consejos
Combatir los piojos presenta una dificultad creciente, ya que son cada vez más resistentes a los pediculicidas. Por eso es importante tener en cuenta estas recomendaciones para prevenirlos:
-Evitar el uso de sombreros, peines y hebillas de personas infectadas
-Evitar el contacto cercano con cabezas con piojos
-Los elementos (peines y cepillos) de personas infestadas deben ser esterilizados con champú pediculicida durante cinco a diez minutos
-Las sábanas y toallas hay que lavarlas con agua caliente
-Es aconsejable el lavado de cabeza frecuente y el uso de pelo corto o recogido.