En 1895 fue introducido el primer vehículo oficialmente patentado en la ciudad de Buenos Aires, uno de los primeros que circulara por la ciudad y por el país. Este acontecimiento daría lugar a la llegada de más vehículos que serían, oportunamente, inscriptos en las Municipalidades correspondientes según el domicilio de cada propietario.
En la Argentina, y en el resto de los países del mundo, los automóviles se identifican con una placa metálica que los hace únicos y los diferencia de los demás. La combinación de números, letras o ambos a la vez varía de acuerdo con el país.
Sin embargo, hay un factor común: la exhibición de la matrícula del automóvil es imprescindible para circular por las calles y rutas del mundo.
En Argentina existió una fase muy particular a la hora de patentar los vehículos. Entre los años 1900 y 1964 (Buenos Aires y 1969 resto del país) el patentamiento gozaba de cierta descentralización que daba cierto margen al municipio a la hora de diseñar confeccionar su patente.
Durante esta época, las matrículas eran asignadas por cada municipio, comisión de fomento o por las provincias. Las primeras patentes formales se asignaron a principios de 1900, aunque existen pocos registros de ellas. Durante esta etapa, a cada municipio se le permitía emitir sus propias placas, con diseños, colores, leyendas o incluso dibujos.
A partir de 1969 el Estado nacional se encargó de estandarizar y centralizar el diseño y el estilo de las chapas patentes, unificando lo que hasta entonces era una decisión libre de cada municipio o provincia (fondo negro, números blancos y letra identificando a la provincia, a Misiones le correspondía la letra N).
Esta etapa descentralizada, dejó a todos los misioneros un sinnúmero de diseños, algunos muy vistosos y llamativos con dibujos o leyendas. En pueblos del interior de Misiones, muchos aún las conservan por haber pertenecido al padre, abuelo o incluso a los primeros colonos que hicieron grande al territorio.
En Bariloche se encuentra una de las colecciones privadas más grandes y completas del país, propiedad de Tomás Rezelj (www.patentesantiguas.com.ar) quien dedicó gran parte de su vida en reunir y atesorar patentes de este período descentralizado.
En ella podemos ver muchas y variadas patentes misioneras y del resto del país. Agradecemos a su propietario por cedernos gentilmente fotografías de su colección, que no está a la venta.
Por el profesor Ernesto Cubilla, docente e investigador. Departamento de Estudios Históricos y Geopolíticos del Instituto Combate de Mbororé. Posadas. Misiones.