He escuchado que el dolor es parte de la vida, pero cómo nos cuesta incluirlo, integrarlo y aceptarlo en esta cultura del positivismo y la alegría donde sólo vemos gente sonriendo en las redes sociales. Es difícil aceptar el dolor y la tristeza por eso cuando nos suceden pareciera que solo a nosotros nos pasa y nos angustiamos.
Hay una frase que suelen decirte cuando estás triste o angustiado: “Todo pasa” y así es, pero mientras tanto hay que pasar esos momentos, hay que poner la emoción en el cuerpo y sentirla.
Cuando estamos en momentos de crisis sea cual sea el problema no vemos salida, nos hundimos en el dolor y drama, el miedo o la tristeza se apoderan de nosotros, vemos todo negro, tenemos sensaciones físicas fuertes, como opresión en el pecho, taquicardia, respiración entrecortada y tantos otros síntomas que nos avisan que estamos sufriendo.
Poco podemos reflexionar en ese momento, lo mejor que nos pueden regalar cuando estamos así es una mirada comprensiva, un abrazo, un acá estoy. Escuchar: “No puedo solucionarte lo que te sucede pero estoy con vos”, es en esos momentos donde la humanidad nos alivia sólo con sentirnos acompañados, mirados, contenidos, sostenidos.
A veces, la oscuridad de esos momentos nos permite ver la luz que hay en otras personas, el dolor hace que pidamos y nos volvamos más humildes, bajamos la guardia y nos dejarnos acompañar.
Me gustó esta frase: “Todo el mundo quiere felicidad, nadie quiere angustia, pero no puede haber arcoíris sin un poco de lluvia”.Así es la vida, transitar el dolor o la oscuridad hacen que podamos ver otras cosas, recuerdo que cuando murió mi mamá me sorprendió, que a pesar del dolor pude sentir mucho amor, en esos momentos nos olvidamos de los enojos que suelen alejarnos de los seres queridos.
Los invito a observar cómo me comporto ante el dolor, ¿lo tapo o me permito sentirlo? Puedo llegar a darme cuenta que cuando estoy así me vuelvo más sensible y me encuentro con una parte mía desconocida. ¿Acepto esta dualidad de la vida placer-dolor?.Muchas preguntas para que puedan responderse cada uno como puede y si quiere.
Los seres humanos de manera natural evadimos el dolor, lo que estoy aprendiendo es a aceptar que el dolor -como el invierno en las estaciones- es necesario para que las flores aparezcan y después den frutos. Que Dios los bendiga.