Las organizaciones campesinas nucleadas en la Rama Agraria de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP Agraria) apoyan la limitación temporal a la exportación de maíz, “un insumo clave para la producción de alimentos para el pueblo argentino”.
Además, repudian el lockout patronal anunciado por tres organizaciones agrarias y las amenazas de cortes de rutas vertidas contra toda la sociedad.
“Las y los agricultores familiares, campesinos, indígenas y pescadores artesanales somos el campo profundo, producimos la mayor parte de los alimentos que consume el pueblo argentino, criamos animales y vivimos en las tierras que cultivamos, a diferencia de la mayoría de los empresarios que anunciaron el cese de comercialización de granos desde la comodidad de sus vivienda”, señalan.
Agregan que el maíz es fundamental para alimentar a los pollos, cerdos y vacas, así como para producir huevos y leche, y para las y los campesinos, implica alrededor del 70% del costo de producción.
“Actualmente los precios que pagamos están muy por encima de lo sostenible: el maíz en bolsa, que en Rosario cotiza alrededor de 17 mil pesos la tonelada, se está vendiendo a entre 28 y 30 mil pesos por tonelada. La situación impacta en los costos, en el precio final de los alimentos y puede provocar desabastecimiento en poco tiempo”.
“La avaricia de los sectores exportadores más favorecidos no puede convertirse en la moneda de cambio del hambre de nuestras niñas y niños”, afirman los referentes de la Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino (ACINA), la Agrupación Grito de Alcorta (AGA); Asociación de Mujeres Rurales Argentina Federal (AMRAF); Federación de Trabajadores Agrarios de la Actividad Primaria (FeTAAP); Federación Nacional Campesina (FNC); Federación de Organizaciones de Base (FOB); Frente Agrario Evita y la Liga de Trabajadores Rurales (LTR), entre otros.