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El auge de las venta online y el difícil momento que atraviesa la sociedad impulsaron al misionero a emprender a pesar de la crisis global. El marketplace cristiano nació en plena pandemia por COVID-19, con el objetivo de agrupar a empresas, marcas y emprendedores que venden productos u ofrecen servicios religiosos.
En sólo tres meses de haber comenzado, tienen más 6.000 seguidores en las redes sociales y “creemos que en los próximos meses podremos estar ofreciendo entre tres y cuatro mil artículos más e incrementar a 400 tiendas en el portal”, aseguró su fundador, Omar Vázquez a PRIMERA EDICIÓN. Una especie de “Mercado libre de Dios”, en palabras de Vázquez, quien junto con su esposa tuvieron la visión de crear el primer lugar en la red destinado a los cristianos.
En un año particular, el multiemprendedor logró en cuatro meses lo que pocos negocios han conseguido: elevar sus ventas en más de 700 por ciento y todo gracias a la religión. Se animó a emprender y apuntó a un público que, según dijo, es de nicho e incluye a católicos y evangélicos. Hasta ahora, Cristianus sólo incluye a cristianos y no otro tipo de religiones ya que “la principal problemática es el tipo de comunicación que requiere cada una, es diferente”, explicó.
Animarse a emprender
Omar Vázquez nació en Puerto Piray y, guiado por su instinto, se mudó a Posadas para estudiar la carrera de administración y gestión de empresas. Años más tarde, se fue a Buenos Aires por cuestiones laborales y allí participó en varios cursos y talleres relacionados al emprendedurismo.
Así fue que fundó Cristianus, junto a un equipo diverso: “Uno de los integrantes es de Posadas, tres somos de Buenos Aires y uno es de Venezuela”, dijo y agregó que, debido a la pandemia, todavía no pudieron verse las caras sin que sea a través de una pantalla.
¿Cómo funciona?
Vázquez aseguró que la pandemia ayudó a potenciar su negocio de la mano de la transformación digital. “Hay mucha gente grande que aprendió a usar la tecnología y de a poco se mete cada vez más”, explicó.
La plataforma ofrece más de 1.500 productos, entre los que se destacan viajes a lugares santos, souvenires y medallas, entre tantos otros. Según su fundador, lo que más se vende son las remeras así como tazas, libros y otros productos para regalar.
Cualquier persona que ingrese al portal, puede navegar por las diferentes propuestas económicas. “En un minuto puede registrarse como usuario de la página y de esa manera está habilitado para comprar y recibir por mail las novedades de los productos que van ingresando”, explicó y destacó que los compradores no tienen ningún costo para registrarse o comprar.
Además, mencionó cómo funciona la dinámica de Cristianus para los emprendedores. Como uno de sus objetivos fue impulsar y ayudarlos en tiempos de crisis, decidió no cobrarles por ofrecer sus productos en la plataforma. Por ello, “cuando una empresa o marca se inscribe, no debe pagar comisión ni tiene un cargo de publicación. Nosotros sólo tenemos ingresos por la publicidad”, dijo y agregó que, como el objetivo es captar y ayudar a más gente, la suscripción será gratuita hasta junio de este año o “hasta que la pandemia se acomode”. Después, la comisión será de un 3% para organizaciones religiosas, ONG y donaciones, y un 5% para el público general.
Por otra parte, Omar adelantó que, a pesar de que actualmente es plataforma nacional, el objetivo es llegar más adelante a países como México y Brasil donde un gran porcentaje de la población practica el cristianismo.
¿Qué se ofrece en la plataforma?
Se puede encontrar: biblias, agendas, libros para todas las edades. Cuentos infantiles y juveniles, clásicos universales, novelas y ejemplares de autoayuda. Regalería, merchandising y productos personalizados (tazas, cartucheras, termos y mates). Productos textiles, prendas, remeras, gorras, mochilas.
Juegos de mesa para niños y toda la familia, algunos con mensajes cristianos. Juguetes y bloques de juguetes. Adornos y decoración del Hogar. Sublimación sobre madera, textil, cerámica, plástico, metal y cartón. Material discográfico, CDS, instrumentos musicales. Productos adaptados para personas con movilidad reducida (barbijos, estuches bajo silla, pilotos de lluvia).
Ornamentos litúrgicos, rosarios, denarios, pulseras, gargantillas, orfebrería religiosa. Souvenirs para la primera comunión, bautismos, confirmación, embarazadas y nacimiento. Productos de navidad y pesebres. Casas de retiros espirituales y hospedajes. Fundaciones y mucho más. “Nuestra plataforma es un espacio para generar encuentros y capacitaciones. Queremos hacer campañas de beneficio a iglesias evangélicas o católicas para ayudarlas en refacciones edilicias. Priorizar encuentros de estudios bíblicos. Generar espacios y trabajar juntos fomentando el ecumenismo entre hermanos que ponen a Jesús sobre toda diferencia”, sostuvo.
Un mensaje para los emprendedores
En tiempos donde el desánimo puede jugar en contra de los emprendedores, Omar llamó a los jóvenes a no rendirse.
En este sentido, adelantó que uno de sus proyectos es crear una incubadora para orientar a los nuevos talentos.
“Quizás los chicos del interior no tienen manera de saber lo que se está buscando en el mercado actualmente y no es por desmerecer a las universidades, pero lo cierto es que hoy en día los cursos que hagas, te abren muchas posibilidades sin la necesidad de salir de tu casa”, dijo.
También dijo que “el mito de que la gente del interior tiene menos posibilidades laborales o académicas que alguien que vive en la capital o en otras grandes ciudades, se rompió”.
“Lo único que importa es tener un buen acceso a Internet y las ganas y motivación suficiente como para animarte a ser freelancer”, concluyó.
Su objetivo no es económico
El principal objetivo de la plataforma es “unir a la comunidad, ayudar a los emprendedores en estos tiempos difíciles y guiar a la gente que quiere o necesita comprar algo y no sabe qué. Con esto le estamos dando la posibilidad de conseguir productos o servicios y motivamos a quienes decidieron enfrentar la pandemia con un trabajo independiente”, dijo Omar Vázquez.