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Numerosas familias de la comunidad Tacuapí Mirí esperan hace meses la concreción de los proyectos de mejoras prometidos y aprobados por la Cámara de Representantes de Misiones.
Con urgencia, necesitan el acceso al agua potable, iluminación y que los niños mbya puedan continuar la escolaridad.
Representantes estuvieron en la ciudad capitalina para reclamar asistencia y que se avance con mejoras en el territorio mbya guaraní.
Reclamos hechos
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el cacique de esta comunidad de Puerto Mado, Francisco Silva, contó que “estuve en Posadas para reclamar porque seguimos en la misma situación en la comunidad. Acá no tenemos acceso al agua potable, luz y además este año se aprobaron tres proyectos gestionados por Diputados, uno de ellos es para la creación del aula satélite de la escuela, el alumbrado y el arreglo de los caminos”.
Sucede que para llegar hasta la comunidad, “estamos a dos kilómetros de la ruta 12 por caminos de tierra”, detalló. A lo largo de la pandemia, “en estos meses estuvo todo paralizado, así que fuimos a preguntar qué había sucedido ya que no avanzaron con ninguno de los proyectos prometidos. A pesar de que habría un aula satélite, falta mucho para llegar a construirla porque no tenemos nada”, agregó.
Silva aseguró que “fui hasta Derechos Humanos y Asuntos Guaraníes, pero no pude hablar con su director porque no estaba. Lo que intentábamos hacer es reclamar el cumplimiento de proyectos aprobados para la comunidad”.
En Tacuapí Mirí, “aproximadamente 15 familias vivimos en la comunidad. Para la escuela, son 22 los chicos que están en edad de comenzar sus estudios pero por ahora no contamos con espacio ni otros lugares para enseñar”, precisó el cacique.
En condiciones dignas
Respecto a la construcción de esta aula satélite, PRIMERA EDICIÓN habló con la directora de la Escuela 956, Roxana Acosta, quien compartió que “el año pasado se recibió la resolución de creación por vía correo porque en marzo salió esa resolución pero luego vino la cuarentena. Así que no se pudo habilitar por ese tema, ni designar el cargo de maestro de grado. Pero se hicieron todas las documentaciones correspondientes para su habilitación”.
Por otra parte, remarcó que “la realidad es que esa comunidad necesita mucha ayuda, porque no hay luz ni agua y tampoco edificio. Igualmente todo el año pasado los niños recibieron tarea y el acompañamiento para no perder el ciclo lectivo, además de los módulos de mercadería”.
Cuando se habilite el aula satélite dependerá de la Escuela 956. Su directora indicó que “tengo tres comunidades más: Ysyry, Aguaraí Miní, Aguaí Poty. En total son 135 alumnos guaraníes”. En cuanto a los alumnos, reconoció que “esos niños tienen pureza. Yo hace 10 años que trabajo con ellos y realmente no cambiaría jamás mi profesión”.
De momento, junto con la comunidad y el equipo docente estaban viendo la posibilidad que de manera solidaria reunir todos los elementos para iniciar la construcción del aula por su cuenta.
Sobre esto, Acosta contó que “estamos viendo cómo armar un lugar para poder dar clase este año. Por ahora, está difícil pero lo importante es ver que esos niños no pierdan el ciclo escolar y que sobre todo sea un lugar digno para ellos, porque tienen derecho como cualquier otro niño de contar con condiciones dignas”.