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Con una temperatura cercana a los -15 grados, el presidente ruso, Vladímir Putin, se zambulló este martes en una pileta con agua helada con motivo de la celebración del Bautismo de Cristo, pese a que esta práctica se había desancosejado este año por las autoridades sanitarias y religiosas debido a la pandemia del coronavirus.
En un vídeo difundido por el Kremlin, se observa cómo el mandatario ruso, ataviado tan sólo con un bañador azul, entra en una pileta en forma de cruz y se sumerge tres veces, santiguándose antes de cada inmersión, como reza la tradición ortodoxa.
Putin, de 68 años, descendió al agua gélida por una escalera de madera para evitar resbalones y, al salir, se dispuso a calzar unas tradicionales botas de fieltro para soportar el frío. Frente a la pileta, que está completamente rodeada de nieve junto a una casa de madera, se encuentra una cruz de hielo de más de dos metros de altura.
Así se sumergió Vladimir Putin en aguas heladas como parte del ritual de la tradición de Epifanía. pic.twitter.com/qs7QCDT6Cl
— Monica Garza (@monicagarzag) January 19, 2021
Putin, un creyente confeso, se da todos los años un baño en un estanque después de asistir a la tradicional misa de Epifanía, una de las festividades más importantes de la Iglesia Ortodoxa.
La celebración ha coincidido este año con una brusca bajada de temperatura, que ha alcanzado valores mínimos de 25 grados bajo cero, y en la región de Moscú, donde presuntamente se bañó Putin, el termómetro marcó 18 grados bajo cero.