En esta lección de Mataji Indra Devi retomamos sus enseñanzas acerca de la importancia de los alimentos frescos, puros y naturales como parte del soporte de nuestra práctica del Yoga, porque contienen todos los elementos vitales para nuestro metabolismo.
La Maestra nos recordaba que el proceso metabólico es la transformación del alimento en energía, en tejidos y en secreciones corporales. Este proceso se retarda cuando la dieta alimenticia es deficiente, compuesta por alimentos desvitalizados y artificiales, con grasas saturadas y pocas frutas y vegetales, como vimos en la nota anterior, porque mientras que los ácidos de las grasas saturadas ricas en colesterol (derivadas mayoritariamente de la carne de animales, huevos y lácteos) se van depositando en nuestro organismo, los ácidos de las grasas no saturadas (como las de origen vegetal) son pobres en colesterol y circulan rápidamente a través del organismo. Los especialistas indican que este continuo movimiento es señal de buena salud, pero que si disminuye empiezan los trastornos del metabolismo.
En esto Mataji era contundente: “Y no olvide nunca que el metabolismo es el compás de la vida”. Pero habiendo tanta información al respecto, muy pocas personas corrigen sus hábitos alimenticios e inician las prácticas de la respiración profunda para aportar más oxígeno a su organismo, que junto con el sosiego, el ejercicio corporal y beber suficiente agua pura pueden contribuir a mejorar y mantener la buena salud y el buen ánimo. Y en este punto la Maestra ponía de relieve la deficiente alimentación de los adolescentes, muy lejos de ser sana y nutritiva. También llamaba la atención sobre la alimentación de las mujeres embarazadas y su incidencia en las criaturas.
Además, destacaba que los practicantes de Yoga se alejan del alcohol porque rebaja las vibraciones del cuerpo astral y nuestra práctica procura precisamente elevar dicha vibraciones. También se alejan del tabaco porque congestiona y envenena los pulmones, mientras que el Yoga se propone limpiar todos los órganos del cuerpo. Tampoco comen carne, principalmente por el principio de no matar y porque saben que las vibraciones astrales del animal sacrificado ejercen su efecto sobre el cuerpo astral de la persona que lo come.
En la próxima lección habrá valiosas orientaciones dietéticas de Mataji. Namasté.