“Nunca pensé en vender ropa ni abrir una feria americana. Pero estos últimos meses me sentí obligada debido a la falta de empleo y creo que a muchas chicas les pasó lo mismo”, contó Dalila León, una joven emprendedora que hace unos meses creó su propia feria americana.
Para Dalila, debido a la pandemia por el COVID-19 muchos jóvenes debieron abandonar sus estudios y otros, perdieron sus trabajos. Entonces, “lo mejor que se me pudo ocurrir fue vender ropa usada y sinceramente no me arrepiento porque me está ayudando un montón”.
Al igual que ella, Laura decidió vender la ropa de su armario “estaba desesperada ya que me quedé sin trabajo y me di cuenta que tenía muchas prendas, algunas con las etiquetas. Pero además, noté que en Instagram aumentaban las ferias americanas y me sumé”.
Dentro de esta red social hay cientos de perfiles de ferias americanas misioneras que ofrecen prendas y artículos variados, con poco uso y hasta con etiquetas: “Es la mejor forma de cuidarse y de cuidar a los otros; el cliente elige en Instagram y se lo llevás o lo mandás por motomandado”, detalló Clara.
Pero además, “la gente puede adquirir prendas de marca y en buen estado por 200 pesos. Y también hay consciencia sobre el consumo sostenible y el cuidado del medio ambiente”, expresó Victoria Esteche de Feria Americana de Posadas, quien apuesta fuertemente a la moda sustentable.
Reinventarse
Dalila abrió su feria virtual a principios de diciembre, “no tenía trabajo y mi desesperación por tener algo que me genere algún tipo de ingreso me llevó a crear mi emprendimiento; de todo un poco oficial”.
Al principio comenzó vendiendo indumentaria femenina usada pero con el paso de los días “fui obteniendo un poco de éxito y me anexé prendas para niños y hombres, zapatos, carteras y muchas cosas más”.
Dalila es quien se encarga de realizar las entregas, “me cuido mucho: uso el barbijo y alcohol en gel tanto en el cliente como en mí”.
La feria que ella administran se caracteriza por tener, principalmente un estilo vintage y retro, actualmente es una de sus principales fuentes de ingresos “por eso quiero crecer con mi emprendimiento, sumar seguidores en las redes y ventas, lo que me permitiría también invertir en stock de mercadería. Y pienso que es muy importante encontrar espacios de ayuda para todos los jóvenes que estén emprendiendo, hoy que vemos es bastante difícil la inserción en el empleo, contar con programas del Estado para apoyar nuestro trabajo nos permitiría lograr nuestro sueño del trabajo propio”.
COMO NUEVAS. Hay muchas prendas que se conservan en muy buen estado, algunas con poco uso.
Segunda oportunidad
La importancia de reutilizar la ropa es enorme, supone un menor impacto medioambiental, porque además de evitar procesos industriales complejos, también contribuye al ahorro de agua y energía y a una menor producción de residuos. Con esos conceptos, Victoria Esteche abrió las ciberpuertas de su feria, la cual al tiempo tuvo un espacio físico.
Comenzó en Facebook en 2014 y después, en 2016 en Instagram “era algo poco común ver ropa usada en ese momento. Además, el Instagram no se usaba mucho como método de venta, la gente usaba más Facebook o aplicaciones como OLX para comprar cosas usadas. Al comienzo no vendía mucho pero con el tiempo eso cambió. Actualmente, la gente sabe que es una buena opción comprar en ferias”.
Victoria vende ropa nueva o usada, en buen estado. Incluso, en su local se hacen intercambios de ropas, es decir, llevás una prenda y la podés cambiar por otra. Todo dependerá de la prenda que elijas y de la que ofrezcas.
Los mecanismos de pago son diversos, en efectivo, mercado pago o transferencia. Las entregas se realizan a domicilio con motomandado o pueden retirar en el local con cita previa. “En el showroom hay alcohol en gel en la entrada y sí o sí el barbijo puesto, también cuidamos la distancia social, por eso es específico lo de la cita previa, coordinamos la hora así intento que las clientas no se crucen”, dijo.
Para Victoria darle una segunda oportunidad a la ropa usada es importante y “por suerte en el último tiempo aumentaron. Siempre quise que la gente tome conciencia acerca del medio ambiente y de que, aparte, podes encontrar ropas hermosas a precios que no podés creer, yo aparte de ser feriante también siempre compré en ferias, y esa emoción de encontrar algún tesoro revolviendo cajas no te la saca nadie. Mis expectativas para el 2021 es que sigan creciendo el negocio de las ferias y se siga fomentando el uso de ellas”.
Bajo este mismo concepto, Xiomara Ortiz abrió su local “para darle una segunda oportunidad a la ropa usada”. Así fue que en junio pasado creó en Instagram la: feria de ropa73, la cual tiene local propio en Itaembé Miní, barrio La Cima.
Con la pandemia “y la crisis económica del país muchos decidimos recurrir a las ferias americanas. Yo vendo de todo un poco, más ropa de nenas y adolescentes, hago entregas o pueden retirar en mi domicilio. Aunque, por el COVID decidí que retiren la ropa por mi domicilio”.