A la Enciclopedia Británica se la considera como la más fiable publicación en idioma inglés.
La primera edición de 1771 contó con tan sólo tres volúmenes. Con las siguientes ediciones el nivel de su información y estilo fue creciendo, por lo que se convirtió en un clásico.
La gran reputación adquirida le permitió a la empresa privada dedicada a su impresión obtener cada vez más recursos a modo de contribución de parte de sus lectores. Sin embargo atravesó por períodos de crisis económicas.
Sufrió además de críticas por su inexactitud en el abordaje de algunos temas, principalmente porque en sus primeros años los escritores no eran altamente calificados.