Los fenómenos en los otros son sumamente atrayentes, confía en ti mismo porque todos tenemos el don.
Todos tenemos dones, intuiciones, videncias, sueños lúcidos, premoniciones. Todos podemos curar con las manos, sanar con la mirada, con una palabra, con un yuyo. ¡Todos!
La conexión se va manifestando en nuestro camino en la medida de nuestro contacto y entrega al alma, ser superior, todo sabio o como quieras nombrarlo.
A veces nos fascina verlos en otros, pero todos podemos. Quiero que lo sepas y dejes de fascinarte o deslumbrarte con los dones de otros. Busca los tuyos, te están esperando.
A partir de que dejamos de mirar hacia el exterior y caminamos hacia el interior nuestra alma se va manifestando, sólo tenemos que tener fe, descubrir y creer en nosotros.
A medida que vamos limpiando nuestra mente nos vamos vaciando de expectativas y de conceptos preestablecidos, comenzamos a aceptar las cosas tal y cual son, nuestra alma se va manifestando y nosotros nos vamos animando a escucharla. Para eso tenemos que limpiar nuestra mente, volvernos transparentes, recuperar la confianza, volvernos confiables, coherentes y creer en nosotros.
Si mentimos nos mentimos, si engañamos nos engañamos, si estafamos nos estafamos y así todo lo que hacemos a otros nos lo hacemos a nosotros mismos y nuestra voz de la conciencia se retira porque dejamos de escucharla por vergüenza.
Aquel que defrauda a otro o no cumple su parte piensa que ganó algo y en realidad se aparta de sí mismo.
La transparencia y la credibilidad son con uno mismo. El alma, nuestra voz interna, se nos manifiesta volviéndose audible, nosotros confiamos y ella sabiéndonos confiables se comunica.
Si queremos ostentar el poder o el don con otro éste se nos vuelve en contra, sólo es para dar y servir.
Si te preguntan contesta, de lo contrario haz silencio. Lo que tú ves quizás al otro le tome un tiempo descubrirlo en su camino, el cual tiene que transitar para despertar su propio don.
Respeto entonces. Una vez que despertamos sólo queda el respeto hacia el otro y su destino.
Todos estamos en el mismo océano, es de y para todos. Algunos con su parte depredan, otros multiplican dones. Todos en el mismo océano donde la pesca es distinta para cada uno y va teñida de acuerdo a las actitudes e intenciones.
Todos somos humanidad, pero cada uno lo tiene que descubrir en su corazón, mientras tanto seguiremos intentando y aprendiendo hasta que podamos resonar no con la individualidad, sí con la humanidad de la cual todos somos parte igual con la voz de la conciencia todos la tenemos, depende de la calidad de nuestros actos el volumen con el cual se comunica.
Dicen: “Pide y se os dará. Llama y se te abrirá”. Para eso limpia primero las ventanas de la percepción a través del amor y la pureza de intención.
Todos tenemos dones y recuerda que estos se van manifestando a partir de que miramos hacia adentro.
Son elecciones, el dolor nos hace confiar en nosotros y mirar hacia adentro, en el alma y el alma está llena de dones y virtudes que se van manifestando no porque uno esté con un maestro o porque el otro te lo diga sino porque es un trabajo interno y personal que se manifiesta en el momento justo.
Los fenómenos en los otros son sumamente atrayentes, confía en ti mismo, todos tenemos el don.