Para evitar sentimientos de frustración por no avanzar en tus actividades en el plazo que te propusiste porque el tiempo no es suficiente y tienes una lista larga de tareas, el solo mirar te causa cansancio o pereza incluso sientes desmotivación, culmina la semana y te das cuenta que no llegaste con lo mínimo. Puedes hacer una revisión si realmente te inspira, apasiona y va de la mano con tu propósito, todo lo que haces en definitiva está alineado con tus prioridades, ¿realmente es lo quieres hacer o no? Reconocer si lo quieres o no te da fuerzas para decidir dejar de postergar las cosas planeadas, ¿realmente disfrutas tus planes?, ¿ buscas el tiempo y te dedicas a hacer dejando de lado la postergación?
Cada vez que piensas en cosas por hacer: “tengo que”, “elijo esto” o quiero hacer” ¿qué sensación te produce? Cuando te vienen a la mente estos enunciados te pueden ayudar a tener claridad de las cosas, hasta puedes resolver que estás dejando de lado tus planes por no animarte a decir “no” te sobrecargas de tareas que llevan tu energía y tiempo además era algo que no deseas hacer.
Dejar para después las tareas te puede traer conflictos con los demás y contigo mismo, si es importante, da el primer paso y solo hazlo, incluso es saludable evitarás el estrés, aumentado la confianza en ti, al lograr el objetivo.
Un paso a la vez te permite saborear el proceso y no abrumarte tratando de hacer todo al mismo tiempo, recuerda esta frase “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.