Cuando no sabemos qué hacer pero sí sabemos que queremos cambiar algo una buena medida es hacernos cargo de que nosotros lo hicimos. Llegar hasta aquí es obra nuestra.
Entonces para poder cambiarla tendremos que ser conscientes de que la creamos, aceptar todo con cariño, lo bueno y lo que creemos que es malo. Eso “malo” es lo que nos ayuda a darnos cuenta de lo que no queremos más en nuestra vida. El coach Adam Sicinski sugiere: Tómate un momento para reconocerlo abiertamente:
* Acepto cómo es mi vida y cómo soy en este momento.
* Acepto las decisiones que me han llevado a este momento.
* Hay un valor real en este momento, sólo necesito encontrarlo.
* Aprecio todo lo que tengo y todo lo que soy en este preciso momento.
* Soy totalmente responsable de la vida que he creado.
* Estoy listo para dejar atrás el pasado y avanzar hacia un futuro más grande, más brillante y más emocionante. (Por Rosanna Toraglio)