Venden abono, llaveros, jarros térmicos, bolsas ecológicas y frutas, todo con un objetivo: comprar alfalfa, granos y balanceado para los caballos. Esa es la misión de la Fundación Libre Relincho, una protectora que rescata equinos que han sufrido maltrato o crueldad para luego darles la vida digna que se merecen.
En diálogo con Vanesa Florentín, miembro de la fundación, explicó: “Nuestros productos de sustento para mantenerlos son el abono orgánico, que lo hacemos con estiércol de los caballos, es una manera también de aprovechamiento de los desechos, el proceso de descomposición se da en condiciones aeróbicas, es decir con presencia de oxígeno se deja reposar un tiempo y se pasa al proceso de tamizado, luego se embolsa y se pesa”, detalló.
Además, la fundación ofrece productos como bolsas ecológicas y frutas ya que “aprovechamos que tenemos algunos árboles frutales en el campo y de acuerdo a la estación del año, solemos tener venta de dulce de nísperos, mamón, maracuyá, entre otros”.
Con lo que se recauda se compra alimento y cada tres meses se los desparasita y “una vez por año el plan de vacunas del calendario sanitario. También se hacen desvasados y recorte de cascos cada 3 meses”.
La manutención de los caballos rescatados “tiene un costo mensual alto, muchas veces ingresan animales con bajo peso o desnutridos a los que hay suplementar la alimentación con complejos vitamínicos y balanceados especiales”, explicó.