Las serpientes son un puente entre el sol y la luna, entre el agua y el fuego. Serpiente es dualidad, es ying y yang, es ciclo, renacimiento, rejuvenecimiento y transformación, fertilidad, vida, eternidad, equilibrio, astucia, intuición, toma de conciencia, curación y misterio.
Cuando la serpiente llega a nuestras vidas es a menudo por razones profundas que nos ayudan a recordar nuestra conexión con el mundo y lo sagrado en general.
El tótem serpiente hace de sus elegidos gente muy particular pues les da:
• Una habilidad natural para equilibrar las energías (lo más probable es un sanador dotado).
• Diplomacia y elocuencia en las áreas del habla y la escritura.
• Intuición (notarán que a menudo saben los pensamientos y los estados emocionales de otros por pura intuición y presentimientos que se suelen cumplir).
• Impulsividad, pero controlada y con compasión hacia los demás, y sobre todo la serpiente tótem es un infinito de sabiduría y curiosidad por el saber, en todos los que elige.
Desde los inicios de la civilización, la serpiente es ampliamente representada en relación con la tierra, el agua y los poderes fecundadores. Es la fuerza creadora de vida, la energía Kundalini.
La Medicina de Serpiente es conocimiento, regeneración, paz, salud, eternidad. Es maestra de todo lo femenino, detenta poder y sabiduría, y es la mejor instructora en todo lo relacionado con el agua, con lo fluido y con el cambio.
El hecho de que la serpiente mude su piel al crecer se acepta como una metáfora de la manera en que el ser humano muda viejos hábitos y antiguas pautas de pensamientos para crecer y alcanzar un nivel superior de energía y de consciencia.
Es la transmutación, invita a realizar un profundo cambio evolutivo que nos regenerará totalmente para ascender hacia el Uno.
La serpiente nos recuerda nuestro lugar en el esquema de las cosas. No somos más importantes que otros seres humanos u otras criaturas, ni somos menos importantes.
Nos desafía a saber cuál es nuestro lugar y recordar el sentido de la humildad cuando actuamos. Es importante ser humilde y darse cuenta de que sólo somos una parte muy pequeña de este mundo.
La serpiente nos recuerda que somos parte de una gran cadena de acontecimientos. Todo lo que hacemos influye sobre todos y todo lo demás en el pasado, presente y futuro.
Debemos responsabilizarnos de nuestras acciones y aceptar las consecuencias. Sólo cuando realmente podemos tener los resultados de nuestras acciones -ya sean positivos o negativos, saludable o no saludable- podremos comenzar a entender dónde estamos en relación con el gran espíritu. Y sólo entonces podremos empezar a tener una relación significativa con el mundo que nos rodea.
La serpiente nos hace responsables y nos pide que nos juzguemos a nosotros mismos de manera justa y lógica.
Recuerda que el veneno está dentro de uno mismo y que es también la medicina cuando aprendemos a reconocerlo, aceptarlo y transformarlo.
Te deseo felicidad para tu vida.