Un problema tras otro fue lo que padeció y padece un hombre de 33 años, luego que un vehículo de su propiedad registrara un siniestro fatal años atrás. Por lo que se pudo saber, hasta ahora el seguro nunca le habría abonado el dinero por los daños y por si eso fuera poco, el automóvil que supuestamente había sido declarado con “destrucción total” y sacado de circulación, fue visto en perfecto estado transitando por las calles de Posadas.
El damnificado relató a PRIMERA EDICIÓN que todo comenzó el sábado 13 de mayo de 2017, cuando un Volkswagen Gol Trend que tenía alquilado como remís sufrió una colisión frontal con otro vehículo en la ruta provincial 201. Producto del siniestro perdió la vida un joven de 20 años que conducía el otro rodado, en tanto que el chofer del Gol sufrió heridas graves pero salvó su vida.
El Gol quedó secuestrado en la comisaría de Concepción de la Sierra y luego de algunas semanas el propietario tuvo autorización para sacarlo. Lo llevó a un taller de Leandro N. Alem, donde pidió presupuesto para presentarlo al seguro.
Según indicó, el monto del arreglo le pareció excesivo a la aseguradora por lo cual le pidieron al dueño el título del rodado y el 08 firmado para hacerse cargo. Posteriormente le iban a acreditar el resarcimiento por la destrucción del vehículo.
Así transcurrieron más de tres años hasta que en junio del año pasado vía mensaje de WhatsApp le ofrecieron una suma irrisoria por el siniestro. El hombre no aceptó y envió una carta documento a la aseguradora para reclamar un monto justo respecto al valor actual de mercado del Volkswagen Gol modelo 2016.
El tiempo transcurrió sin novedades hasta que el lunes pasado, cuando el hombre se encontraba en el Mercado Central de Posadas, vio su Volkswagen rojo con la correspondiente patente estacionado en ese lugar. Llamó a la policía para dar aviso de la irregularidad. Se presentó una mujer, que señaló ser la propietaria del auto y haberlo comprado de buena fe a una concesionaria local.
El damnificado recordó que su vehículo había sufrido rotura y desplazamiento del motor, como así también el estallido de los airbags, hecho que hizo que fuera declarada la destrucción total de la unidad.
Por otra parte, señaló que como nunca dieron de baja a la unidad, desde que él se la entregó a la aseguradora acumuló deudas de patente, que finalmente le ofrecieron pagarla, pero que hizo bajar aún más la oferta que le hicieron.