
Crueles, violentos, precisos y experimentados, los cordobeses ratificaron sus deleznables pergaminos delictivos en la capital misionera en pocas horas pero el próximo lunes volverán a Misiones para rendir cuentas de los tres asaltos que ejecutaron, de los que sólo les falló la información previa de uno, del que huyeron sin una moneda.
Los pedidos del juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, a la Justicia entrerriana estaban finalizados anoche y se aguarda para mañana el viaje de una comisión de investigadores de la Policía de Misiones a Villaguay, donde fueron atrapados el jueves por la tarde tras varias horas de expectativa por atraparlos tras el asalto a un autoservicio de la avenida Zapiola casi Quaranta, donde golpearon con saña a la dueña del emprendimiento y a un hijo de 22 años.
Los cuatro detenidos se sumarán a los tres posadeños (uno remisero) que fueron aprehendidos durante la misma jornada.
Sólo restaría el arresto del hermano mayor de dos de estos tres presuntos integrantes, conocido como “Nato” en la Zona Oeste (barrios Yohasá y Yacyretá) que sigue prófugo y apuntado como cerebro local de la banda.
Hasta el momento se los investiga vinculados a los delitos de “robo calificado y asociación ilícita”.
Ayer, también a solicitud del juez Mattos, se requisó el Villaguay el Peugeot 408 en que huían hacia la capital mediterránea, y se hallaron 350 mil pesos en efectivo y varias balas calibre nueve milímetros, pero ningún arma de fuego.
Se desprende de los primeros datos que actuaron con armas alquiladas o prestadas en Posadas. Vale aclarar, tal como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN el jueves en exclusiva, que de uno de los golpes dados, en el barrio Nosiglia en Itaembé Miní, escaparon con 450 mil pesos y equipos informáticos, luego de reducir a una madre de 37 años y a su hija de 3 atadas con cintos.