El fruto de esta colecta lo administra el equipo de Cáritas Diocesana, para ir construyendo las viviendas a partir de los proyectos que presentan las parroquias para solucionar el problema habitacional de familias que viven de manera indigna e inhumana.
El año pasado esta colecta no se realizó dada la suspensión de las celebraciones religiosas en el comienzo de la cuarentena. A pesar de esta situación, con fondos de reserva y con el aporte de muchas personas que, a lo largo del año, fueron donando dinero para este fin, el equipo de vivienda de Cáritas Diocesana pudo continuar su tarea. De este modo, en el año 2020 se construyeron 22 viviendas en barrios de Posadas y del interior de la diócesis. Se refaccionaron también dos comedores, uno en Posadas (barrio El Porvenir II) y otro en Candelaria (comedor Don Bosco).
El lema “Estuve sin techo y ustedes me ayudaron” busca generar conciencia sobre la realidad que viven muchos hermanos nuestros que están sin techo y viviendo en condiciones muy difíciles e inhumanas.
“Esta cuaresma te invitamos a transformar la vida de muchas familias que diariamente sufren en carne propia la pobreza y la marginalidad y que a través de tu aporte, podrán tener una mejor calidad de vida. Queremos que este tiempo de preparación para la Pascua nos encuentre comprometidos con nuestros hermanos más necesitados; además de prepararnos en oración, para que podamos vivir concretamente el significado de la Pascua y resucitar como mejores cristianos. Hagamos el bien aunque el resto no lo note. Difundamos amor, caridad, generosidad, equidad y justicia en nuestra sociedad. Entendiendo que la fe debe ejercitarse desde acciones concretas. Cada acción caritativa que hagamos agrada a Dios, nos reconforta el espíritu y beneficia al más necesitado”, expresaron desde Caritas Posadas.
Aclararon también que “sabemos con total claridad que nuestro aporte es muy pequeño, teniendo en cuenta el enorme déficit habitacional que afecta a tantas familias de nuestra diócesis. Obviamente, corresponde al Estado encarar este problema, con los recursos que destina a los proyectos habitacionales, que deben privilegiar y priorizar a las familias más humildes y abandonadas, muchas de ellas viviendo en asentamientos, con todo tipo de carencias. Pero sobre todo nos importa que esta colecta sea una nueva posibilidad para reflexionar sobre la centralidad que tiene la caridad en la vida cristiana. Más que el dinero, nos importa la transformación de nuestros corazones para poder atender a los más pobres, débiles y sufrientes, con el amor de predilección que Jesús tuvo para ellos”.