Las mejores perspectivas para la cosecha de soja y maíz representarían ingresos adicionales a los esperados de entre 8.500 millones y 10.000 millones de dólares, que le permitirían al Gobierno mantener la cotización del dólar sin mayores complicaciones y así evitar un salto inflacionario en un año marcado por las elecciones de medio término.
La consultora Invecq tuvo en cuenta para esa proyección los cambios en las estimaciones de la cosecha de soja y de maíz luego de las lluvias en la zona núcleo a lo largo de febrero, que acotaron las perspectivas de reducción en ambos cultivos respecto de la campaña anterior.
A ese volumen (menor al de la campaña previa pero mayor al que se preveía en enero) se les suman los mejores precios internacionales a los valores más altos de los últimos ocho años.
Con esa combinación, la entidad dirigida por Esteban Domecq sostuvo que “en relación con el 2020, el valor de la cosecha de maíz y soja sumados aportaría a la economía 2021 al menos unos 8.500 millones de dólares extras”, explicados en un 80% por los precios y el 20% restante por la recuperación de los volúmenes producidos como consecuencia de las recientes lluvias.
Ese cálculo se realizó “considerando algún nivel de ajuste bajista de los precios internacionales en los próximos meses”, pero si las cotizaciones actuales se mantuvieran, “entonces el aporte extraordinario de la cosecha se acercaría más a los 10.000 millones de dólares”.
Los efectos de esa inyección adicional de dólares “son múltiples”, destacó Invecq, en referencia tanto al entramado agroindustrial como a un mayor gasto en las regiones de influencia y en el resto de la economía.
En lo referente a la administración nacional, redundaría en una mayor recaudación impositiva (por retenciones e, indirectamente, IVA y Ganancias) y en un aumento de las exportaciones, más allá de la decisión de liquidar o no la totalidad de las ventas al exterior.
“Pero al mismo tiempo, también implica una ayuda muy importante para lo que parece ser la nueva estrategia del Ministerio de Economía en cuanto al ritmo de devaluación oficial”, destacó la consultora, en un contexto de alta inflación y las sospechas de un retraso cambiario en los últimos meses.
Al respecto, Invecq indicó que “con un mayor caudal de dólares, el Banco Central tendría más espalda para permitir un atraso cambiario que ayude al gobierno a morigerar la inflación que en los últimos meses ha mostrado valores muy preocupantes”.
“Esta variable es clave para el gobierno de cara a las elecciones a las que quiere llegar con una recuperación del salario real perceptible por el público”, advirtió.
Invecq finalizó su análisis reconociendo que “los problemas actuales de la Argentina son demasiado profundos” como para pensar en el viejo concepto de “salvarse con una cosecha” pero al menos el aporte extraordinario de cerca de 10.000 millones de dólares no es nada despreciable “para ayudar al gobierno en un año electoral”.
Por lo pronto, en febrero el Banco Central tuvo un saldo favorable estimado en 638 millones de dólares en sus intervenciones en el mercado mayorista, precisamente debido a la oferta privada de divisas proveniente en el su mayor parte de las liquidaciones del complejo agroexportador.
Fuente: Noticias Argentinas (NA)