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Hoy se cumplen 20 días del hallazgo del cuerpo de Marcelo Antúnez Sequeira (33), quien estuvo desaparecido desde el 4 de enero de este año. La policía de San Vicentelo encontró con signos de haber sido asesinado a golpes y por el hecho fue detenido un hombre que era su empleador.
El principal sospechoso está tras las rejas imputado por el homicidio del peón. Al ser un hombre de edad avanzada, la defensa solicitó que le fuera concedida la prisión domiciliaria.
El juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco, quien entiende en la causa, recibió la requisitoria para que el hombre que cumple 72 años en abril próximo pueda continuar el proceso fuera de una celda. El pasado 18 de febrero, el sospechoso había sido citado a declarar ante el mismo magistrado, acto en el que se abstuvo. Seguidamente fue imputado por “homicidio simple” y ordenaron que permaneciera privado de su libertad.
En la misma audiencia su defensa argumentó que además de su edad, el hombre padecía problemas coronarios, por lo cual solicitó que no tuviera que volver al calabozo. Esta solicitud fue corrida vista a la fiscalía y según pudo saber este Diario, la semana próxima se llevarán a cabo los estudios médicos para certificar su estado de salud. Cuando esto se complete el informe será presentado ante el magistrado quien resolverá la situación del acusado.
Prácticamente desde los primeros días en los que la policía comenzó a buscar a Antúnez Sequeira, la figura de su patrón estuvo bajo la mira de los investigadores de la Unidad Regional VIII. Sucedió luego que su hermano denunciara su desaparición, ya que el mismo comentó que había tenido algunas discusiones con el hombre, dado que lo había acusado de robarle motoguadañas y garrafas entre otros elementos.
Según indicaron sus familiares, la víctima había trabajado durante cinco años para el ahora acusado. Antúnez Sequeira le habría manifestado que le entablaría un juicio laboral y esto habría empeorado la relación entre ambos. Lo que llamó la atención es que, a pesar de esto, según relató el padre de la víctima, el hombre había ido a buscar a su hijo para que le realizara un trabajo. Desde el momento en que partió a hacer la changa su familia no lo volvió a ver.
La policía realizó rastrillajes hasta que en una chacra de Picada El Progreso, a 30 kilómetros de San Vicente, justo en el lugar en el que lo había citado para que trabaje, un penetrante olor a putrefacción hizo poner la atención en un pozo que había en la chacra. Debajo de ramas y piedras encontraron el cuerpo de Antúnez Sequeira. Si bien estaba en avanzado estado de descomposición, la familia lo reconoció por características particulares.
La autopsia determinó que lo mataron a golpes ya que presentaba “traumatismo severo de cráneo y de tórax”.