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“Para nosotros la situación está fea: la crisis por la pandemia nos redujo las ventas, la gente cuida los pesos y a eso hay que sumar que el consumo de pescado no es muy elevado”, fue la respuesta de la productora Isabel Beatriz Yablonski consultada sobre el stock y los precios con miras a la tradicional celebración religiosa.
El sábado de la semana pasada, uno de los productores de la cuenca Guaraní hizo despesque para llevar las primicias a la feria y la venta fue “pobre”, contó la mujer.
“El 2020 fue un año muy malo para la producción de piscicultura y aunque se vislumbra una mejora para este año, el sector sigue muy caído”, señaló.
“Es muy poco lo que mejoró y estamos a la expectativa de la venta de Semana Santa, que es una temporada que se mueve más. Ahora está todo muy quieto e inclusive no se ven preparativos como solía ocurrir antes de la crisis por el COVID-19”.
“Quedamos unos pocos productores (5 de 30 en Colonia Guaraní) y estamos tratando de sobrellevar con los precios; si bien es cierto que los comercios que lo venden son una fuerte competencia, nuestros pescados son frescos y los congelados no se sabe”, confió Yablonski.