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El pasado viernes se realizó el sorteo de ubicación de las familias que, finalmente, lograron cumplir las exigencias financieras y crediticias del Banco Hipotecario en el desarrollo urbanístico de Itaembé Guazú.
Allí se supo que, sobre la convocatoria realizada en diciembre para 319 viviendas de dos dormitorios y un baño, quedaron 179 postulantes a firmar su crédito hipotecario con plazo máximo de 30 años.
Así, seguirán quedando decenas de casas abandonadas, a la espera de encontrar en algún momento una familia propietaria que evite el deterioro del paso de los años que llevan terminadas y sin ser habitadas. Algo incomprensible para una provincia donde el déficit habitacional es enorme.
Tal como anticipó PRIMERA EDICIÓN el pasado 31 de enero, muchos de los interesados por cumplir el sueño de la casa propia, se fueron “bajando” de la convocatoria a pesar de resultar sorteados. El precio de esas casas de dos dormitorios estaban valuadas en 5,5 millones de pesos con cuotas que superaban los 20 mil pesos.
El dato positivo de esta última convocatoria fue la tasa de interés denominada Hogar, del 3,5% ajustable por coeficiente de variación salarial.
Después del año de pandemia, muchos de los aspirantes a firmar la hipoteca con tal de evitar alquilar se encontraron endeudados, sin trabajo o con ingresos reducidos. A pesar de tratarse de un programa estatal, los requisitos bancarios fueron inflexibles para los inscriptos y sorteados.
A tal punto que muchos comenzaron a recibir avisos de pago de anticipo superior al medio millón de pesos, para sí recibir con posterioridad el resto del crédito. Dificilmente existan muchas familias o solteros con esa capacidad de ahorro. No hubo respuestas a esa problemática y, al llegar al sorteo de ubicación, no alcanzó al 60% de los sorteados el 6 de enero el que logró llegar a sentir más cerca el acceso a la casa propia.
Otros, a su vez, no pudieron completar datos y documentación por la página web habilitada oficialmente. En el grupo creado en Facebook “Procrear Misiones”, hubo interesados que revelaron hasta el envío de cartas documento para dejar constancia de los problemas que tuvieron que atravesar.
Hay posteos hasta del pasado 4 de marzo de algunos que se quedaron con las ganas de cumplimentar los requisitos tras ser sorteados.
Una demorada urbanización
En 2013 se confirmó la construcción de 717 viviendas de dos y tres dormitorios (dúplex) del programa PROCREAR Bicentenario.
Al paso de los años, la finalización de las viviendas sufrió demoras. Pero se consiguió cuando se asignó tal tarea a un grupo de cuatro empresas misioneras. Esas demoras se tradujeron en largas esperas para los que se esperanzaron en obtener una de las casas de Itaembé Guazú.
Con el macrismo, muy pocos accedieron a firmar la hipoteca por el sistema UVA, cuyas cuotas se incrementaron fuertemente. Ahora, un 40% de los sorteados quedó en el camino al techo propio por no llegar a cubrir las exigencias del Banco Hipotecario controlado por el Estado.
Así, año tras año, van quedando decenas de unidades habitacionales en abandono, con la consecuente postergación del objetivo: urbanizar el PROCREAR de Itaembé Guazú.