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Se cumplió ayer el día 12 de búsqueda de Aurelio Schimpf (79), donde un numeroso grupo de policías ya superó los 30 kilómetros de rastrillajes y teniendo como epicentro Jardín América.
Tal como publicó en su momento PRIMERA EDICIÓN, Schimpf se ausentó de su domicilio del barrio Arroyito el pasado domingo 14 de marzo por la mañana y hasta el momento no se sabe nada de su paradero o condición.
Es de tez blanca, posee contextura física delgada, tiene cabellos blancos y padece de Alzheimer. Al momento de ausentarse vestía short de jeans, camisa celeste a rayas y usaba lentes.
Una veintena de efectivos de las distintas dependencias de la Unidad Regional IX, con asiento en la citada localidad, continuaban con amplios operativos en la ciudad y rastrillajes por zonas de colonias para dar con el paradero del abuelo, acompañando de cerca a Estela, hija de Aurelio. La mujer también participa de la búsqueda junto a un grupo de vecinos.
A los uniformados los apoyan en la logística dos patrulleros y dos motocicletas. Desde la fuerza informaron que siguiendo algunos testimonios de vecinos se extendió el radio de búsqueda hacia otras localidades sin obtener resultados hasta anoche. Cualquier información sobre Aurelio Schimpf, desde la policía pidieron a la comunidad que se comuniquen con las líneas gratuitas de emergencias 911 – 101 o bien dirigirse a la dependencia policial más cercana.
“Laberinto de trillos”
Voceros de la fuerza indicaron que la mayor zona de búsqueda y donde incluso vecinos hacen rastrillajes es en Colonia Oasis, a unos 8 kilómetros de Jardín América. Al respecto, efectivos abocados al operativo precisaron que además de extensos pinares y monte, se encontraron con un verdadero “laberinto de trillos”. Las cuadrillas de búsqueda vecinal cuentan con el apoyo de bomberos voluntarios locales. Además de Oasis las localidades donde acudió el personal policial son entre otras, Hipólito Yrigoyen, Helvecia, Urquiza, Santo Pipó y Gobernador Roca, esta última ubicada a unos 30 kilómetros de Jardín América.
A diez metros
Al segundo día de búsqueda, Estela Schimpf, la hija de Aurelio, contó a este Diario en exclusiva que su padre estuvo muy cerca de regresar a su domicilio la madrugada siguiente después de desaparecer.
“Llegó a estar a diez metros de su casa en el barrio Arroyito de Jardín América. Era de madrugada. Le preguntó a unos jóvenes si lo podían llevar a su casa y le contestaron que no sabían donde él vivía, ante lo que dio la vuelta y empezó a caminar en dirección a Oasis. Llevaba una linterna dijeron los testigos. Él siempre quiso volver a su antigua casa en Oasis”, recordó.
“Testigo dijo verlo”
Estela dijo ayer a este Diario, al finalizar la búsqueda de la jornada con las últimas luces del día, que habló con una testigo que dijo ver a alguien similar. “La vecina me contó que ayer a las 14 (miércoles) vio a un hombre alto, barbudo, flaco y con un abrigo marrón, remera negra, pantalón clarito muy sucio y sombrero, parecido a mi papá. Lo vio pasar por zona de chacras a dos kilómetros de la plaza de Oasis. Por eso vine con policías a hablar con ella y recorrer la zona”.
Aurelio es padre de dos hijas y se ganó la vida trabajando en aserraderos, olerías y plantaciones de ananá.