Dirigentes de Derechos Humanos, familiares de desaparecidos y exdetenidos en la última dictadura militar criticaron duramente al Colegio de Médicos de Misiones por su obituario en el que participó “con profundo pesar”, el fallecimiento del colegiado Guillermo Roque Mendoza, condenado por delitos de lesa humanidad, en la causa que fue conocida como “Policías I” por las privaciones ilegales de la libertad y la aplicación de tormentos cometidas contra unas cuarenta víctimas en los centros clandestinos de detención que funcionaron en el Departamento de Informaciones de la Policía de Misiones y los denominados “Casita de Mártires” y “Casita del Rowing”.
La secretaria de Derechos Humanos de la CTA Autónoma Misiones, Graciela Franzen, además exdetenida política y familiar de una de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén, escribió en las redes sociales con duros términos, lo que fue replicado por otros expresos de la dictadura.
Al referirse a Mendoza en su rol de médico de la Policía de Misiones en el gobierno de facto, entre 1974 y 1981, recordó que este “firmó varios certificados de defunción de víctimas, mintiendo como en el de Susana Ferreyra, donde puso sólo politraumatismo. Después de más de dos meses de tortura, tenía además, 16 impactos de bala, según el Informe del Equipo Argentino de Antropología Forense”.
Guillermo Roque Mendoza fue absuelto en el cuarto juicio por delitos de lesa humanidad que se dio en Misiones en 2012. La resolución del tribunal que lo juzgó fue apelada. En 2015, la Cámara Nacional de Casación Penal hizo lugar a un recurso de casación. Un año después, el Tribunal Oral Federal de Posadas fijó la pena de Mendoza en 10 años de prisión pero siguió en libertad.