De hecho en los últimos doce meses, los sueldos acumulan un retroceso de entre 6 y 7% frente a la suba de los precios, lo que profundiza aún más la caída de los salarios de 2018 y 2019 y explica en gran parte el fuerte aumento de la pobreza.
En promedio y hasta enero, los sueldos acumularon una suba del 29,6%, mientras los precios subieron 38,5% en el mismo período.
En febrero, la inflación fue del 3,6% mientras que en marzo, según trascendió de fuentes del Ministerio de Economía, habría trepado por encima del 4%, lo que complica aún más la recuperación de salario real.
El cierre de paritarias que se avecina para el grueso de los trabajadores quizás traiga algo de alivio para el poder adquisitivo y en la coyuntura, pero por el momento los acuerdos parecen concentrarse en torno a la pauta de inflación establecida en el Presupuesto del Gobierno, un misterioso 29% para todo el año que, a este ritmo, se quebraría en los próximos cuatro meses.
Si esta última proyección se cumple, las paritarias difícilmente puedan traducirse en una mejora real hacia fin de año dada la inercia que muestran los precios ya en el primer trimestre de 2021.