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Con otra ronda de testigos se cumplió ayer la tercera jornada de debate en el juicio contra el policía Rael Muller (37), acusado de intentar asesinar a su expareja y a un abogado, el 23 de octubre de 2017. Peritos de Gendarmería y policías que se desempeñaban en la Unidad Regional XII e intervinieron o fueros testigos tangenciales del caso, dieron su testimonio.
Varias de las declaraciones que se efectuaron ayer fueron a través de plataformas virtuales, hecho que el Tribunal Penal de Eldorado supo desarrollar desde el año pasado para adecuarse a los tiempos de pandemia y en muchos casos la imposibilidad de los testigos de asistir a la sala de debate de calle San Juan.
El miércoles de la semana pasada, en el inicio del juicio oral, declaró el acusado y entre sus dichos mencionó que no recordaba nada de lo que ocurrió ese día, porque había estado alcoholizado. En este sentido, ayer declaró vía videoconferencia un bioquímico que intervino en el análisis de las pruebas de alcoholemia y los restos de sangre que habían sido levantados de la camioneta que conducía el abogado Mario Durán. Ante las consultas este profesional señaló que no había sido él quien extrajo las muestras, que sólo las había analizado al día siguiente. Según obran en el expediente éstas habían dado resultado negativo. El profesional fue consultado acerca de hasta cuántas horas debían pasar para que la ingesta de alcohol sea detectada en sangre. Respondió que esto estaba sujeto al metabolismo de cada persona y su contextura física. También prestó testimonio vía remota un efectivo de gendarmería que era auxiliar de pericias y en ese entonces se desempeñaba en el Escuadrón 12 “Irigoyen” de GN.
Fue uno de los que actuó como ayudante en las pericias a la camioneta del abogado Durán, quien había escapado de Muller cuando este ya tenía a su expareja con el en su Chevrolet Corsa. Este efectivo señaló que registró los impactos de bala que tenía el vehículo, la trayectoria de los proyectiles nueve milímetros.
Seguidamente también un médico que prestaba servicio en ese Escuadrón, quien indicó que atendió a Durán por lesiones leves.
También una gendarme, quien en una inspección ocular observó la camioneta con los vidrios rotos, orificios de bala y manchas de sangre.
Luego fue el turno de los policías que se desempeñaban en la Unidad Regional XII. Uno de los efectivos que estuvo de guardia indicó que supo que el segundo jefe de la Unidad lo había mandado llamar a Muller. Este arribó en su auto y lo notó con cara de cansado. Supuestamente esa noche debía realizar un servicio adicional en un local nocturno.
Acto seguido habló quien en ese entonces era el jefe de la Unidad Regional. Se refirió en buenos términos respecto al desempeño de Muller. Le preguntó qué era lo que ocurría y este le respondió que respondió que “no nada”. Lo vio con los ojos rojos, le pidió que entregara su arma e hizo alojar a Muller en el Salón de Usos Múltiples, donde aguardó hasta que la Justicia determinó que fuera detenido.
Hoy será el turno de los alegatos donde el fiscal Federico Rodríguez y el defensor de Rael Muller expondrán sus respectivos argumentos ante el Tribunal. Según pudo saber este Diario, los magistrados Lyda Gallardo, María Teresa Ramos y Atilio León podrían llegar a dictar la sentencia la semana próxima.
Indeterminado
Consultado el perito bioquímico acerca de cuántas horas debían pasar para que un test de alcohol no se detecte en sangre, remarcó que dependía del metabolismo de cada persona.