
Desesperados, un grupo de adjudicatarios de la línea “Posadas III” del programa nacional PROCREAR, a quienes incluso les asignaron la ubicación de su vivienda en el desarrollo urbanístico de Itaembé Guazú, siguen golpeando puertas de despachos oficiales para conseguir ayuda y no perder la casa.
Esta vez, se unieron para juntar firmas y elevar un pedido de intervención a la Defensoría del Pueblo tras haber recibido una exigencia del Banco Hipotecario que es imposible de cumplir.
El fiduciario del PROCREAR exige a la mayoría de las familias sorteadas y seleccionadas para el crédito, que depositen un “refuerzo” a modo de anticipo que ronda los $500 mil a 1,6 millones.
Para colmo, les dieron 15 días corridos de plazo que se vencerán esta semana sin que el plan nacional -que se supone tiene un fin social más que inmobiliario- flexibilice su postura y acceda a negociar con los afectados. Además de ese “refuerzo”, hay familias que nunca pudieron presentar sus papeles en la plataforma del banco y otras que se les trabó la carga de documentos y no pudieron completar las exigencias. Es así que medio centenar de personas firmaron el petitorio clamando por ayuda.
Problemas para la mayoría
Según explicaron los adjudicatarios autoconvocados del PROCREAR a PRIMERA EDICIÓN, de los 180 que conforman este espacio fueron apenas cinco a los que se les cubriría el crédito en su totalidad. Los demás recibieron el mail de intimación y otros se enteraron que debían poner el “refuerzo” porque llamaron al Banco Hipotecario, ya que no habían sido notificados.
“Se empezaron a recibir emails del PROCREAR solicitando depósito de ‘refuerzo’ dentro de los 15 días de recepcionada la notificación, por montos que van desde los $200.000 hasta $1.600.000; entendemos que el ‘refuerzo’ es el faltante existente entre el crédito asignado y el valor total de la unidad funcional.
Pero al ser un programa nacional de acceso a la vivienda propia, se supuso y sostuvo la esperanza de que el restante sería subsidiado por el Gobierno nacional. Manifestamos nuestro descontento ya que -si tuviéramos capacidad de ahorro y contáramos con esa cantidad de dinero- no estaríamos tratando de acceder a la casa propia mediante un programa de estas características, sino que ya tendríamos nuestro hogar o estaríamos en proceso de construcción del mismo”, contaron.
Además, hay varias personas que no pudieron nunca completar la información y documentación, a pesar de haber reclamado que la plataforma en sus casos no funcionó nunca.
“A la fecha, esas personas han sido eliminadas del sistema de manera totalmente injusta, ya que los documentos no fueron cargados por errores en el sistema del Banco Hipotecario y no por irresponsabilidad de los seleccionados hasta ese entonces”, sostuvieron los afectados.
Limitación de derechos
Los autoconvocados sumaron otro “dolor de cabeza”. De la lectura de las condiciones del PROCREAR, encontraron que “en el Punto 11.4 se expresa que ‘los inscriptos renuncian expresamente a cualquier tipo de reclamo o acción judicial y/o extrajudicial contra el Comité Ejecutivo, el fiduciario, por cuestiones relacionadas con las políticas crediticias, trámites, demoras y/o rechazos del fiduciario’”.
Recordaron que “conforme a la Ley 24.240 (de Defensa al Consumidor) es ilegal cualquier cláusula que limite los derechos como consumidores o que limite la responsabilidad del vendedor, en este caso el Banco Hipotecario, por los daños que cause”.
Sin noticias de la intermediación provincial, con el plazo a punto de vencer para poner el “refuerzo” -y la consecuente pérdida de la casa- las numerosas familias afectadas buscarán que la Defensoría acerque a las partes antes que sea demasiado tarde.