
En dos semanas estarán los resultados preliminares del equipo del Ministerio de Salud de la Nación, entre quienes se encuentran expertos del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemo Epidemias (CeNDIE) – ANLIS Malbrán, que permitirán saber si los vectores selváticos de la fiebre amarilla capturados en Misiones están infectados con el virus.
Hasta este viernes continuará la recolección de muestras de estos mosquitos de las especies Haemagogus y Sabethes (vectores de la fiebre amarilla en su ciclo selvático) para poder saber si el virus ya está presente en el país.
Estas muestras de mosquitos se congelarán con nitrógeno líquido para poder ser trasladadas hasta el Instituto Malbrán, donde serán analizadas para saber si están infectados con este virus que -según los datos más recientes- provocó la muerte de monos aulladores (epizootias) en el municipio Palma Sola de Santa Catarina (Brasil) a 30 kilómetros de la frontera, a la altura del Parque Provincial Piñalito (San Pedro).
Las epizootias en Brasil por fiebre amarilla comenzaron a reportarse en 2016 en Mina Gerais y avanzaron siguiendo el mismo circuito que en 2007 pero en forma más lenta. En 2017, el virus pasó a su ciclo urbano, con focos en Rio de Janeiro y Minas Gerais, pero con brotes adicionales en lugares tan lejanos como el estado norteño de Pará. Sólo ese año se infectaron más de 3.000 personas y 400 murieron en cuestión de meses en Brasil.
A pasos de la frontera, a diferencia del último brote de fiebre amarilla que tuvo lugar en Misiones y Corrientes (2008) que también comenzó con epizootias en Brasil un año antes, en esta ocasión el virus avanza a un ritmo menor por la selva de Brasil eliminando la población de primates primero, luego provocando contagios de personas que trabajan en el monte o viven muy cerca, y luego generando brotes urbanos. Pero ya está muy cerca de la frontera argentina.
Desde la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de Santa Catarina señalaron que en lo que va de 2021 se notificó el hallazgo de 430 monos muertos en ese Estado. En 111 de esos animales se halló el virus de la fiebre amarilla y hay otros 33 casos bajo estudio para establecer las causas de los decesos.
El avance del virus hacia territorio argentino es indiscutido. En agosto del año pasado se registró la muerte de primates en la zona de Cascavel, a 100 kilómetros del límite internacional. Y en 2019 los casos habían sido detectados a 300 kilómetros de Misiones. Este último 7 de abril, el Estado de Santa Catarina confirmó epizootia por fiebre amarilla en Palma Sola, a 30 kilómetros de Misiones.
De inmediato, el Ministerio de Salud de la Nación emitió un alerta y envió a Misiones un equipo de trabajo integrado por Salud y Ambiente. Por su parte, el Ministerio de Salud Pública de Misiones, además de salir a buscar a los pocos pobladores de Andresito, San Antonio y San Pedro que aún no están vacunados contra la fiebre amarilla, reforzaron acciones de vigilancia, monitoreo y prevención, en búsqueda de monos enfermos o muertos y pacientes con sospechas de síntomas compatibles a fiebre amarilla.
El trabajo que se hace en Misiones es integral e intervienen equipos de Salud y Ambiente de Nación (Ecología), tanto de Nación como de Provincia.