
Ayer ocurrió una situación pocas veces vista en el Tribunal Penal de Eldorado, donde se juzgaba a un hombre por “homicidio simple”. Cuando no había testigos que pudieran inculparlo de forma directa y tampoco se esperaba que alguien diera un testimonio que lo beneficiara, uno se desdijo, pidió perdón y contó que el acusado se defendió del ataque del que resultaría muerto.
La tercera audiencia por el crimen ocurrido en julio de 2018 en Comandante Andresito y donde murió Sergio Ocampo (23), iba a transcurrir para completar la ronda de testimonios. Más allá de las consultas de las partes, no se esperaba que alguno de los citados dijera algo distinto a lo que declaró en la etapa de instrucción de la causa. Sin embargo, cuando le tocó el turno, un hombre sorprendió a la sala, entre lágrimas pidió perdón a la Justicia y a Dios, porque iba contar lo que sí vio aquella tarde.
Se trata de un mecánico quien relató que el acusado, Ricardo Henrique De Fleitas (36), comenzó a ser golpeado con un trozo de madera por Ocampo, con tanta fuerza que el elemento llegó a partirse. Lo persiguió y cuando el agredido se vio superado extrajo de su mochila un cuchillo que usaba para las labores de tarefa a las que se dedicaba. Todo esto ocurría bajo la mirada de la concubina quien como adelantó este Diario, se amparó en el artículo 244 del Código Procesal Penal para no declarar en contra de su pareja. Según indicó el testigo, la acción que tomó el imputado fue defenderse de una situación en la que estaba en desventaja. Fue así que De Fleitas lanzó una precisa estocada que le dio justo en el corazón a Ocampo. El relato fue tan convincente que el representante del Ministerio Público Fiscal decidió no solicitar la presencia de más testigos.
Pasaron a los alegatos, donde el defensor se apoyó en lo declarado por ese testigo clave. Las palabras del fiscal Federico Rodríguez estuvieron en consonancia y basándose en el artículo 34, inciso 2 del Código Penal, y por el beneficio de la duda, pidió la absolución e inmediata liberación del imputado. Tras un cuarto intermedio, los magistrados Atilio León, Lyda Gallardo y María Teresa Ramos regresaron a la sala con la sentencia que resultó absolutoria contra el acusado. De Fleitas recuperó la libertad luego de casi tres años de permanecer en prisión. Si bien fue quien le provocó la muerte a Ocampo, la Justicia entendió que obró de esa manera porque fue violentado por una agresión que lo superaba y lo ponía en grave peligro. La situación en la que ocurrió la muerte fue cuando (el hoy absuelto) vio a su pareja mientras hablaba con Ocampo en la esquina de la avenida República Argentina y Ecuador, de Andresito. Los tres eran de Wanda y en los últimos tiempos De Fleitas y su pareja se mudaron para estar en paz, debido a la insistencia de Ocampo de seguir con la relación que tuvo con la joven.
ENCUADRE LEGAL
ARTICULO 34, inciso 2.- No son punibles: El que obrare violentado por fuerza física irresistible o amenazas de sufrir un mal grave e inminente.