
Una resolución del Gobierno nacional dispuso que la venta de carne vacuna a minoristas “podrá hacerse en unidades resultantes del fraccionamiento de las medias reses en trozos, cuyos pesos individuales no superarán los 32 kilos”. Abel Mote, empresario cárnico, habló sobre el impacto económico que tendrá en el sector. Entrevistado por FM 89.3 Santa María de las Misiones, advirtió que “económicamente va a repercutir en un pequeño aumento”.
Por un lado, porque “al abrir la media res, tiene mayor contacto con el aire. La carne tiene un contenido de un 60% de agua, si se deshidrata queda un 30% aproximadamente en materia sólida, el resto es agua”.
Por otro está “el costo de descarga. Por ejemplo si yo tengo que bajar una media res en el comercio, la bajo de una vez. Si tengo que bajar como va a venir ahora por la norma, tengo que caminar 3 veces a la cámara del comercio, porque tengo que llevar un cuarto, un parrillero, y un delantero. Y esto genera un costo real”.
Sin embargo, remarcó que “si el costo que se genera va en pos del beneficio del trabajador y que no se lastime, yo estoy totalmente de acuerdo”.
Sobre el precio de la carne, “escucho noticias que subió el 50% y el 40% y puedo dar registros que no existen esas subas. Lo que sí existe es que no hay relación de la suba salarial con el precio de la carne, o el precio del cigarrillo o el precio de la leche”.
Añadió Mote que “ahora, la mayoría de los productos que existen en el mercado está fuera del alcance del consumidor. Porque nos comió la billetera la inflación”.
Por otro lado, apuntó que “es verdaderamente inhumano que una persona cargue 120 kilos sobre su espalda, partamos de esa base, después podemos hablar desde el punto de vista comercial. Pero estoy totalmente de acuerdo, apoyo y avalo la medida”.
De todas maneras, admitió que hay trabajadores del sector que se oponen “porque trae mucho más trabajo y mucho más tiempo de descarga, y eso genera un conflicto dentro de lo que es la logística y el trabajo“.
“Además la estructura de las cámaras también cambia mucho: una media res mide 1,50 metros y, por lo tanto, las cámaras tienen una altura de 3 metros. Ahora las rieleras ya no pueden estar más a 3 metros porque no alcanzaríamos el corte, entonces hay que hacer modificaciones”, anticipó. Más allá de todo esto, para Mote el principal beneficio que traerá esta modificación será la protección y seguridad de los trabajadores.
“Esto se viene planteando hace 25 años, tengo cinco discos vertebrales deshidratados por sobrepeso, por cargar esas medias reses, y no doy más tengo casi 60 años. Pero no quiero que mis jóvenes se lastimen, y esta medida va en pos de un beneficio para ellos”, subrayó.
Controles y transparencia
Además de preservar la salud de los trabajadores, la medida apunta a generar otros efectos en el mercado: una disminución de precios de los cortes de mayor consumo, una mayor transparencia, y una estratificación de la mercadería, de tal manera que el carnicero adecue sus compras a la demanda que tenga en su local.
“Si tenés una carnicería en el microcentro se suele consumir mucha milanesa y se puede vender un cuarto trasero, un lomo y una chuleta, pero el cliente no pediría asado porque normalmente los edificios no tienen parrilla y por lo tanto no pueden hacer asados”, ejemplificó.
Aunque para Mote la transparencia “la tiene que buscar la DGI, Rentas y la Municipalidad en la calle y no cazando los zoológicos cómo hacen, que buscan a las empresas que están inscriptas. Primero empecemos por ahí, no hay transparencia sin control fiscal”.
“Es algo que se ve en el rubro, la evasión es tremenda, hay un 50 o 70% de evasión en rubro cárnico y después falta de control en la calle. Si hablamos de transparencia, tenemos que hablar de transparencia fiscal”, alertó.