No se trata de negar las cosas que no nos gustan, más bien, pasa por la actitud con la que elijamos reaccionar ante lo que nos sucede.
Este enorme poder radica allí, en la capacidad de elegir. Se trata de una tarea de la que tenemos que estar pendientes todos los días, minuto a minuto. Una tarea que nos requiere estar alertas para salir del automático.
Atrevámonos a mirar nuestras sombras, honrarlas y bendecirlas, porque es allí donde se encuentra nuestra posibilidad de cambio y mejora. Ese es el lugar para realizar la tarea.
Con las sombras me refiero a esos espacios que no nos gustan de nosotros: las rabias, resentimientos, la codicia, envidias, mentiras. Esa parte oscura que nos enseñan a negar en nuestra infancia y que permanece oculta digitando la botonera de nuestras vidas.
Hagamos consiente nuestra sombra y aprovechemos su poderosa energía para saber qué es lo que resulta importante para cada uno.
El autoconocimiento, nos permitirá llegar a la auto aceptación recuperando esa parte rechazada de nosotros mismos y así alcanzar la plenitud. Confiemos en nuestra propia sabiduría, todos la tenemos, es cuestión de disponernos a escucharla.
La vida siempre nos motiva a lo nuevo si sabemos verlo. Para eso, primero tendremos que conocer nuestras oscuridades, salir del automático y desde allí comenzar a elegir. Amemos nuestros desafíos, son una instancia de crecimiento y trascendencia. Miremos con fe, el universo conspira para el bien.
Demos ese primer paso para crear el camino que queremos. ¿Te animás?