Las autoridades de Paraguay informaron anoche que tropas militares y de la Policía Nacional trabajarán juntos en puntos de control y patrullajes para garantizar el cumplimiento de las restricciones establecidas para mitigar la propagación del coronavirus, en momentos en que el sistema hospitalario se encontraba al borde de sus capacidades y las críticas al Gobierno de Mario Abdo Benítez se multiplicaban en redes sociales.
El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, advirtió que la situación sanitaria del país es complicada, por lo que se debió recurrir a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, y no descartó la participación de agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas.
“La situación está muy difícil y estas medidas sanitarias nos obligan a recurrir también a otras fuerzas operativas; se estará poniendo todo el esfuerzo en los controles, principalmente en zonas de Asunción y el Departamento Central”, añadió Giuzzio, según el diario Última Hora.
A partir de mañana y hasta el 10 de mayo regirá una restricción de desplazamiento en 59 ciudades que están en nivel rojo por la cantidad de casos de COVID-19, entre ellas la capital, Asunción, y casi todas las del aledaño Departamento Central, epicentro del brote de coronavirus en el país y donde más se siente el colapso hospitalario.
De acuerdo con Giuzzio, en caso de incumplimiento se labrará un acta que se remitirá a la Dirección Jurídica del Ministerio de Salud, donde se abrirá un sumario y se impondrán las multas o sanciones que “oportunamente van a ser puestas a conocimiento de la ciudadanía”.
Las nuevas restricciones llegan en momentos en que Paraguay atraviesa su peor situación epidemiológica desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
Según el ministro de Salud, Julio Borba, los números de pacientes internados en terapia intensiva y en salas de internación normal siguen siendo “muy altos” y hay una saturación de casi el 100% en la mayoría de los centros asistenciales en el sector público y privado.
Ante el inminente colapso del sistema sanitario, las autoridades decidieron comenzar a derivar pacientes infectados a sitios donde antes se desarrollaban otro tipo de actividades médicas.
“De ahí vienen estas medidas de mitigación, no queremos que esto siga aumentando y no tengamos un espacio físico donde seguir sosteniendo a los pacientes”, expresó Borba.
En la misma línea, el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, informó que en Paraguay se superó “la barrera de los 3.000 internados y hay 500 camas de terapia ocupadas”, una situación que se replica en otros países del Cono Sur.
“Brasil en una meseta alta de casos también, Uruguay sigue aumentando, la Argentina también está arrancando un repunte de casos, Chile también, quizás Bolivia viene después de una ola con menos casos, pero en líneas generales, por lo menos en los dos últimos meses, hay una tendencia de todos los países del Cono Sur al aumento”, detalló Sequera.
En tanto, para la directora de Promoción de Salud, Adriana Amarilla, la duración de las restricciones responde a “medidas de shock”, porque ahora se deben “apretar todos los cinturones”.
Las restricciones pusieron en el ojo de la tormenta a Abdo Benítez, que fue duramente criticado en redes sociales. Los hashtags “#MaritoDeLaMuerte” y “#GobiernoGenocida” fueron tendencia ayer en Twitter con unas 3.000 menciones que rechazaban las nuevas medidas.