Por José Cornejo
Licenciado y docente en Comunicación
Social. Director Agencia Paco Urondo.
Argentina y el mundo discuten apasionadamente qué hay que hacer con la epidemia. Es natural, el viernes 16 de abril este país alcanzó un pico de 29 mil casos diarios de COVID confirmados.
Para que las opiniones estén mejor fundadas, quizás la tarea de los medios y del Estado sea aportar más datos duros. Una de las objeciones más evidentes según cualquier estadística que se tome, es que no estamos transitando la segunda ola sino la tercera.
El estudio que releva la ingeniera Marcela Goldschmitt, y cualquier otro gráfico de infectados que circule, devela la primera ola durante el invierno pasado y una segunda, algo más pequeña luego de las fiestas.
Finalmente, el comienzo geométrico de la tercera ola, aquella que estamos transitando. Puede verse tanto en una gráfica de promedio de infectados de los últimos siete días como la suma semanal en números absolutos.
Otra conducta habitual es citar cómo actúan los países ricos. En todos los rankings de infectados o muertos Estados Unidos, el Reino Unido y España encabezan las posiciones.
De esto se deduce rápidamente que un país que haya resuelto algunos problemas económicos no tiene por qué tener las respuestas para esta pandemia.
El caso de Estados Unidos es particularmente dramático. Con 581 mil fallecidos, el COVID ha matado más estadounidenses que cualquier ejército extranjero. Solamente el ejército norteamericano contra sí mismo causó más muertes en un conflicto bélico durante la guerra civil.
El hecho de conocer la cantidad de olas no hubiera evitado este tercer contagio masivo ni las evoluciones de la cepa, por tomar dos ejemplos. Pero sí hubiera ayudado a concientizar a la población sobre la persistencia de la pandemia y los ciclos ascendentes y descendentes del Covid.
Mostrar que esta es la tercera ola, y que como suele suceder con las mareas, no necesariamente la última, puede ayudar a construir mayor consenso sobre las medidas que deben ser tomadas.
Fuente: Agencia de Noticias Télam