Controlar la inflación se transformó en uno de los fracasos más grandes de los últimos gobiernos en la Argentina. Así lo padeció Mauricio Macri que se fue de la presidencia con un 54% de aumento de precios en medio de una devaluación galopante.
Pero Alberto Fernández, y después del “overshooting” del 2019, pensó que iba a ser algo más sencillo. Tan sólo la pandemia le permitió un respiro el año pasado pero los datos de este 2021 están demostrando que la inconsistencia macroeconómica se paga. Tarde o temprano, pero se paga.
El ministro Martín Guzmán, en su búsqueda de “anclar” expectativas sin un programa económico que lo sustente, intentó utilizar el Presupuesto y el dólar oficial para frenar la suba de precios.
Con un dólar que crece 11% y una inflación que ya acumula 17,6% en cuatro meses, el atraso cambiario empezará a ser otra olla a presión hacia adelante. La idea central del plan Guzmán, es decir dólar congelado y control de precios, no sirvieron para armonizar la suba de precios.
La meta imposible de Guzmán
Con el dato de inflación de abril “ya se consumió más del 60 por ciento” de la meta del Presupuesto para este 2021, que es “totalmente imposible de cumplir”, según coincidieron reportes privados.
Según el INDEC, la inflación fue del 4,1% en abril y acumuló 17,6% en el primer cuatrimestre del año, impulsada por fuertes subas en indumentaria, transporte y alimentos. En los últimos doce meses, el costo de vida fue del 46,3%, de acuerdo con los datos oficiales.
Según la consultora Ecolatina, si bien el número de abril representa una desaceleración de 0,7 puntos respecto de marzo pasado, cuando la inflación había sido de 4,8%, y está en línea con el promedio mensual del último semestre (4%), “no por eso deja de ser muy preocupante“.
“Con este número, ya se consumió más del 60% de la meta del Presupuesto 2021, totalmente imposible de cumplir“, alertó.
“Inevitablemente, la inflación no sólo terminará este año por encima del objetivo oficial, que sirvió de referencia sólo para algunas pocas paritarias y ya quedó en el olvido, sino que también se acelerará considerablemente en relación 2020“, indicó.
La “multicausalidad” de la inflación hace que le quede poco margen al plan Guzmán: la inflación debería ser 1,15% en los próximos meses para dar con el target oficial de 29% para todo el 2021. Misión imposible.
La consultora ACM espera para los próximos meses que la inflación se mantenga por encima del 3% producto de la inercia inflacionaria y la abundante liquidez del sector privado.
“Sumado a esto, en mayo está estipulado subas en las tarifas electricidad (9%) y gas (7%), en las prepagas (5,5%), combustibles, telecomunicaciones y empleadas domésticas. Dicha conjunción de factores podría verse mermada por la desaceleración del ritmo devaluatorio y la normalización de los agregados monetarios en términos reales en torno a su media estacional“, advierten.
En consecuencia, estiman una inflación para mayo en torno al 3,5%. “Finalmente, si bien dichos factores podrían morigerar la aceleración inflacionaria, la continuidad de ajustes de precios regulados y la inercia inflacionaria combinado con el impacto de la emisión monetaria del año anterior podrían ponerle un piso a la inflación en torno al 47% en 2021“, remarcan.
El índice de Relevamiento de Precios de los Alimentos que elabora LCG muestra subas de 0,8% y 0,4% en las dos primeras semanas de mayo, respectivamente, dejando un arrastre de 2% para lo que queda del mes.
Si bien LCG espera cierta desaceleración hacia la segunda mitad del año, “entendemos que la inflación seguirá rondando por encima del 3% mensual“, dado el arrastre que deja la inercia de la primera parte del año. “Sobre esto se montan ajustes de combustibles y tarifas que presionarán sobre los precios en el mes que se efectivicen y generarán asimismo ajustes de segunda ronda”, agregan.
LCG proyecta una inflación entre 45%-50% para diciembre de 2021, lo que todavía significaría una aceleración de más de 10 puntos contra el cierre 2020.
Fuente: NA y Medios Digitales