
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció desde 2005 la conmemoración anual de la Semana Internacional de solidaridad con los pueblos de los territorios no autónomos, con el objetivo de visibilizar la situación de dichas comunidades que “no han alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio” (según define la Carta de las Naciones Unidas en suartículo 73) y encomendar a sus colonizadores la protección de sus derechos básicos.
El organismo multinacional advierte al respecto que “los intereses de los habitantes de esos territorios están por encima de todo” y se debe aceptar como un “encargo sagrado” la obligación de promover su bienestar.
En el Capítulo XI de la Carta de la ONU, que data de 1946, se instó a las potencias administradoras de estos territorio (que entonces eran 72) a que “adopten medidas eficaces para salvaguardar y garantizar los derechos inalienables de los pueblos de los territorios no autónomos a disponer de sus recursos naturales, incluida la tierra, y a establecer y mantener el control del aprovechamiento de esos recursos en el futuro”, además de adoptar “todas las medidas necesarias para proteger los derechos de propiedad de los pueblos de esos territorios“.
También debían comprometerse a “asegurar el progreso político, económico, social y educacional de los pueblos, ayudarlos a lograr la libre determinación y a establecer instituciones políticas democráticas“.
En 1963 se realizó una revisión que redujo ese listado a 63. A pesar del proceso de descolonización que se fue desarrollando durante la segunda mitad del siglo XX, según la ONU aún quedan 17 territorios no autónomos en el planeta, dependientes en su mayoría del Reino Unido (10) mientras que tres de ellos están en manos de Estados Unidos, dos de Francia y otro de Nueva Zelanda.
El restante es el Sahara Occidental, en el Norte de África, que es el más extenso y poblado con más de medio millón de habitantes y que actualmente está a la deriva y a la espera de un proceso de autodeterminación objetado por Marruecos.
En total, la población de estos territorios que no pueden gobernarse a sí mismos supera el millón y medio de habitantes e incluye a los aproximadamente 3.200 habitantes de las islas Malvinas.
Otros de esos territorios son Bermudas (63.921 pobladores), Islas Caimán (65.813), Islas Vírgenes de los Estados Unidos (105.000), Samoa Americana (60.300), la Polinesia Francesa (276.300), Nueva Caledonia (268.767) y Guam (163.875).