“Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor / Ignorante, sabio o chorro, pretencioso estafador / Todo es igual, nada es mejor / Lo mismo un burro que un gran profesor” o “El que no llora no mama y el que no afana es un gil”.
¿Quién no ha escuchado o leído estos versos más de una vez, casi siempre vinculados al círculo vicioso de la sociedad y la política vernáculas? Pertenecen al tango “Cambalache”, cuyo autor, Enrique Santos Discépolo, nació tal día como hoy pero hace 120 años, el 27 de mayo de 1901 en el barrio porteño de Balvanera.
[yotuwp type=”videos” id=”T0kTiKCC3UI” ]
Pero “Discepolín”, fallecido de un ataque al corazón en su mismo lugar de nacimiento el 23 de diciembre de 1951, fue mucho más que “Cambalache”: fue poeta, periodista, escritor, actor (se destacó en “El hincha” y “Blum”), dramaturgo y autor de otros íconos del 2×4 como “Uno”, “Yira yira” o “Cafetín de Buenos Aires”.
[yotuwp type=”videos” id=”Gf2BmOwMFlg” ]