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Recientemente, se comenzó a estudiar que las mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) son más propensas a contraer coronavirus en comparación con otras de su grupo de edad y sexo. Se trata de una afección subyacente que no se menciona en ninguna lista de comorbilidad de COVID-19 pero que, sin embargo, alerta a las pacientes que lo padecen.
“Las pacientes con el síndrome de ovario poliquístico (SOP) per se, no es una patología de riesgo frente al coronavirus, pero las pacientes que lo padecen, sí son más propensas a tener más riesgos por las complicaciones que causa, como la diabetes, hipertensión y obesidad”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el gerente asistencial del Hospital Materno Neonatal de Posadas, David Halac.
¿Qué es el SOP?
“El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es un cuadro clínico que se caracteriza por alteraciones en el metabolismo de la paciente”, explicó. Si bien hay distintos grados, “la paciente típica se caracteriza por tener períodos menstruales irregulares, crecimiento de vello facial y corporal, acné, infertilidad y aumento de peso”, agregó.
En cuanto a por qué este síndrome repercute negativamente en pacientes con coronavirus, Halac sostuvo que “gran parte de las mujeres con SOP tienen un aumento a la resistencia a la insulina que, si no se controlan, es probable que terminen siendo diabéticas“.
“Además, la resistencia a la insulina es un paso previo a la obesidad: más del 50% de estas pacientes presentan sobrepeso u obesidad, lo que genera también hipertensión”. Por estas razones las mujeres con SOP deben extremar los cuidados frente al COVID-19.
Deben controlar su peso
Según Halac, “el foco de la cuestión en este síndrome está en el aumento de la resistencia a la insulina y aumento de los andrógenos en sangre. A lo que hay que prestar mucha atención es a la cuestión de la obesidad y alteraciones metabólicas, porque hay un amplio abanico de pacientes con SOP y las que tienen cuadros más graves no suelen ser de riesgo porque no desarrollan sobrepeso”, explicó.
“Ahora, el problema está en aquellas mujeres que son obesas o tienen hipertensión porque estas patologías sí son de riesgo frente al COVID”, destacó.
Por todo esto, el gerente asistencial del Materno aseguró que “el mejor tratamiento para estos casos es la dieta hipocalórica y la actividad física cotidiana y supervisada. Si se puede controlar el peso, entonces los niveles de insulina se corrigen y el riesgo de tener obesidad, diabetes o hipertensión, disminuyen notablemente”.
Por otra parte, agregó que “según el grado de SOP, también se puede iniciar un tratamiento anti diabético vía oral como la metformina para tratar la resistencia a la insulina”.
Diagnóstico temprano
Con frecuencia el SOP no recibe diagnóstico ni tratamiento debido a que los síntomas son leves o no parecen tener relación. Sin embargo, “no tratarlo puede tener como consecuencia una amplia gama de problemas de salud más serios, y sus síntomas pueden causar riesgos en los que se incluyen diabetes tipo 2, infertilidad, apnea de sueño, esteatohepatitis no alcohólica, enfermedad cardiovascular, depresión o cáncer uterino”, dijo.
Por ello, Halac destacó que el diagnóstico temprano es importante para evitar complicaciones severas y explicó que si la persona cumple con algunos de los síntomas, es importante hacerse el chequeo correspondiente: “ciclos irregulares, especialmente aquellos que son muy largos o que no llegan en absoluto; evidencia física de exceso de andrógenos como mucho vello corporal y caída del cabello; presencia de quistes pequeños en los ovarios; entre otros”, enumeró.
Para el diagnóstico, “se suelen hacer controles clínicos para testosterona, hormona tiroidea, prolactina y pruebas del metabolismo del azúcar. Además se pide una ecografía pélvica del útero y los ovarios”, dijo.