El Gobierno no le encuentra la vuelta a la suba de los precios de los alimentos. Ninguna de las medidas que fue tomando en los últimos meses parecen contener una dinámica muy preocupante, que lima el poder adquisitivo de la población. Sobre todo de los sectores más postergados y de los más golpeados por la pandemia.
El último relevamiento de la consultora Eco Go -conducido por la economista Marina Dal Poggetto- da cuenta de ese fenómeno. La consultora mide semanalmente la evolución de la inflación, y sigue al detalle la dinámica de los precios de los alimentos.
Para mayo, la medición dio un alza promedio del 4,6%, lo que coloca a los alimentos, otra vez, en el top 3 de los rubros que más se encarecieron. Apenas detrás de Salud (9,1%) e Indumentaria (5,7%).
De esta manera, los alimentos acumulan un encarecimiento del 24,3% en los primeros cinco meses del año (contra una inflación promedio del 21,7%. Y ya registran una suba del 55,9% en los últimos 12 meses (contra 47,8% promedio).
Esta aceleración en la suba de los precios de los alimentos se observa a pesar de que en el último año, el Gobierno puso en marcha distintos programas de control. El más relevante fue el de Precios Máximos, vigente desde marzo de 2020, que mantuvo prácticamente congelados los precios de productos de la canasta básica alimentaria, y que recién ahora se comenzó a desarmar.
Según Eco Go, el ranking de aumentos de mayo en alimentos está liderado por la carne de cerdo, que se incrementó 12,9%. Nada menos. Seguido por los quesos duros, con un incremento del 9,8%. Detrás viene el pan fresco (+9,2%) y en cuarto lugar la carne vacuna, con un alza promedio del 8,2% a pesar de que en las últimas semanas se suspendieron las exportaciones de esos cortes.
Contra los deseos del Gobierno, el precio de la carne venía encareciéndose luego de la prohibición de las ventas al exterior.
Las recientes alzas pueden estar vinculadas a las medidas de fuerza tomadas por los productores en la última semana, y que dejaron sin operaciones al Mercado de Hacienda de Liniers. Ante la destrucción de la oferta, los valores mayoristas se incrementaron alrededor de 10% (la media res pasó de 400 pesos a 440 pesos por kilo), y de ahí hubo un salto a los precios minoristas.
El Gobierno y los frigoríficos exportadores vienen negociando un nuevo acuerdo de precios, que aparece como la condición impuesta por los funcionarios para reabrir las exportaciones.
El argumento oficial
Desde los despachos oficiales afirman que el encarecimiento de las materias primas es un fenómeno global, que excede a la Argentina. Lo cual es cierto. Pero que evidentemente perjudica más a una economía que corre con un ritmo de inflación superior al 40% anual. Está visto que las medidas de control no alcanzan.
Por otra parte, y como ya sucedió en meses anteriores, los productos frescos también mostraron fuertes alzas. La carne y los productos lácteos volvieron a mostrar aumentos.
Esa cuestión depara en internas hacia adentro del Gobierno. La mirada está puesta en el ministro de Agricultura, Luis Basterra, a quien dentro del gabinete sindican como poco eficaz en la puesta en marcha de medidas para evitar subas en las carnicerías.
Escalada
La consultora Focus Market relevó los aumentos de precios de mayo y detectó una suba promedio del 4,3%. La consultora seleccionó un conjunto de 70 segmentos que engloban a 682 productos de diferentes marcas y presentaciones.
“Vivimos una situación particular donde los Precios Máximos comenzaron a desarmarse para darle paso a una canasta de 120 productos que aún está en acuerdo de lanzamiento con las grandes empresas de consumo masivo“, explicó el economista Damián Di Pace.
“Mientras el programa Precios Máximos estuvo presente los precios estaban reprimidos y la oferta monetaria en relación a los bienes y servicios de la economía en circulación en desequilibrio. Hoy se ven en la calle dos efectos cruzados esos pesos excedentes que circulan en el mercado en forma cruzada con precios que necesariamente liberados van encontrando un nuevo nivel de precios”, continuó.
La nota llamativa de este informe es la baja de precio promedio ponderado de algunas categorías en el mes de mayo 2021: Caldos -5,8%, Puré -4,5%, Huevos -4%, y Premezclas – 0,1%.
“La gran preocupación sigue dada porque hoy un salario mínimo vital y móvil es de 24.408 pesos y la canasta básica alimentaria es de 26.667 pesos. Cada vez que llega un nuevo tramo de ajuste del salario mínimo vital y móvil el terreno ganado respecto a poder adquisitivo es perdido inmediatamente por el incremento de precios en el mercado”, expresó Damián Di Pace.
“El Gobierno apuesta a los programas de acuerdo de precios más restricción a las exportaciones. El gran inconveniente sigue estando desde el lado de lo fiscal con emisión de pesos que no tiene su contraparte en bienes y servicios y menos en pandemia”, cerró.
Con información de iProfesional