
Ya pasaron seis años de la fecha en que los vecinos de Capioví consiguieron, mediante numerosas gestiones y estudios presentados, fundamentar la necesidad de cambiar la traza de la línea de 132 Kw que estaba proyectada pasar sobre algunos barrios y dejar plasmado en un acta el compromiso de las autoridades de rever la misma. Cada 5 de junio, en coincidencia con el Día Mundial del Medio Ambiente, recuerdan esos momentos tensos.
Hoy, a la distancia, lo definen como “una pueblada” al movimiento que generó la intención de instalar las líneas de alta tensión en esos lugares.
Y explican que “no se trató de algo político como muchos quisieron hacerlo ver, nos opusimos como vecinos porque de un día para el otro quisieron levantar los postes arriba de las casas y no de una sola sino en medio de todo un barrio sin explicarnos cómo o por qué, de las consecuencias que podría tener para la salud”.
A favor del progreso
En todo momento aclararon que “no estamos en contra del progreso ni tampoco negamos que esas líneas sean necesarias para gran parte de la provincia. El eje de discusión siempre fue por el lugar en el cual pasaba. Fue por ello que empezamos a reunir en ese momento toda la documentación pertinente, estudios de especialistas en el tema ambiental y nos terminaron dando la razón”.
Agregaron que uno de los puntos claves fue conocer que “el proyecto había comenzado a gestarse hace muchos años atrás cuando en esos lugares no existía realmente nada, pero eso fue cambiando. Los tiempos, la burocracia hicieron que el proyecto para la traza de la línea de 132 Kw quede archivado en alguna oficina a nivel nacional y pasó mucho tiempo hasta que lo retomaron. Entonces cuando se reflotó el proyecto ya se había urbanizado gran parte de Capioví y la traza pasaba por arriba de las casas”.
Sobre la posibilidad que se reactiven las obras, opinaron que “los técnicos admitieron en esa ocasión que la modificación era posible y lo más coherente, es decir llevar la traza por otro lugar”.
Una reunión considerada “histórica”
Los vecinos de Capioví atesoran toda la documentación de las distintas reuniones que a través de los años mantuvieron con las autoridades de EMSA, del Ministerio de Ecología, concejales de Capioví y el propio intendente. Precisamente Raúl Flach, por aquellos años alcalde de la ciudad, acompañó los reclamos de los vecinos y fue quien también gestionó la llegada de las autoridades provinciales para arribar a una solución sobre el tema de las líneas de 132 Kw.
La reunión del 5 de junio de 2015 “resultó histórica, coincidió con el Día Mundial del Medio Ambiente y sirvió para que cada parte exponga su punto de vista y se entienda que no se trataba de una negativa nuestra sin fundamento. Es por eso que cada año que pasa recordamos ese momento donde primó la solidaridad de los vecinos”.