Cuando hablamos de incontinencia urinaria nos imaginamos una señora mayor con varios hijos, sobrepeso, quien al toser o hacer algún esfuerzo elimina una pequeña cantidad de orina. Esto ocurre frecuentemente pero hoy quiero contarles sobre Verónica de 19 años.
Es estudiante universitaria, delgada, sin hijos, de buen estado general, nadie pensaría al verla cómo se angustió al contarme, la vergüenza de sentirse única con esta situación y esto me motiva hoy a escribir sobre el caso.
La actividad física es excelente y todos deberíamos dedicar parte de nuestro día a ella, pero entrenar con un profesor que controle las diferentes posturas al hacer cada ejercicio y mantenerse alerta a los errores que pueda ir cometiendo para evitar inconvenientes. La respiración es fundamental para que el piso pélvico no sufra lesiones, pues la presión mal ejercida daña y desgarra produciendo lesiones casi imperceptibles con consecuencias mayores.
Comenzó hace dos años a entrenarse con actividades de alto impacto primero a trotar y realizar sola ciertas rutinas, para luego ir al gimnasio.
Hace tres meses comenzó a notar que al realizar ciertos ejercicios o estornudar mojaba sus protectores diarios. Consultó con su ginecólogo, quien con excelente criterio luego de revisarla sugirió ejercicios del piso pélvico con una kinesióloga especializada.
Así ella comprendió la importancia del buen manejo de la respiración y posturas.
¿Es posible tratar esas pequeñas pérdidas de orina? Sí.
Tanto hombres como mujeres pueden tener diminución de fortaleza en piso pélvico y pueden ser tratados. Lo básico es consultar y seguir los lineamientos dados.
Más personas de las que pensamos tienen pérdidas de orina menores y ocasionales. Otras, pueden tener pérdidas de leves a moderadas con mayor frecuencia.
Los tipos de incontinencia urinaria comprenden:
-Incontinencia de esfuerzo. La orina se escapa cuando ejerces presión sobre la vejiga al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar algo pesado.
-Incontinencia imperiosa. Tienes necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina. Es posible que tengas que orinar con frecuencia, incluso durante toda la noche. La incontinencia imperiosa puede deberse a una afección menor, como una infección, o a una enfermedad más grave, como un trastorno neurológico o diabetes.
-Incontinencia por rebosamiento. Tienes goteo de orina frecuente o constante debido a que la vejiga no se vacía por completo.
Siempre consulta a tu médico de confianza. Feliz y bendecido domingo.